«NO HAY DIOS QUE JUSTIFIQUE ESTOS CRÍMENES» El brutal atentado terrorista perpetrado contra la sede del semanario francés Charlie Hebdo, que costara la vida de diez civiles, entre ellos el director y destacados dibujantes y periodistas, así como la de dos policías, merece todo el repudio de las trabajadoras y trabajadores de la CTA.
Nos sumamos así a la condena que recorre el mundo, al tiempo que denunciamos que esta masacre -ejecutada en nombre de una pretendida guerra santa- viene a alimentar la voracidad xenófoba que desde hace tiempo asola a Europa. Es que, una vez más, el integrismo religioso de cualquier signo o confesión se ha convertido en una rampa de lanzamiento para los discursos guerreristas de todas las derechas del mundo. Con la excusa del atentado, las derechas europeas han redoblado la apuesta para discriminar, cercar y expulsar a los trabajadores inmigrantes de origen musulmán. No les importa que sean de segunda y tercera generación: lo único que les interesa es cerrar sus sociedades y fronteras a todo aquel que sea diferente al paradigma eurocentrista. Esta intolerancia, lamentablemente, no cejará tras el reciente abatimiento de los dos asesinos a manos de la policía francesa. Fuera de Europa -en Argentina, para no ir tan lejos- la derecha local pretende asimilar y equiparar su prédica de mano dura contra la inseguridad a la condena al terrorismo.
Para la CTA no hay ni puede haber deidad que justifique ni los crímenes en Charlie Hebdo, ni las prédicas racistas con las que se pretende criminalizar por sus rasgos a todo inmigrante o pobre. Por lo mismo, llamamos a las compañeras y compañeros a permanecer atentos para neutralizar toda maniobra que, so pretexto de aislar al terrorismo, sea una vuelta de tuerca contra el mundo del trabajo en cualquier parte del planeta.
Reiteramos nuestra solidaridad para con los familiares de las víctimas y nuestra voluntad fraterna de confluir con todas las organizaciones obreras francesas en el repudio a esta masacre.-
Hugo Yasky
Secretario General