Socorrismo

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Stella

Poesía escrita y leída por Victorio Paulón el miércoles 18 de Marzo, en la Biblioteca Nacional en oportunidad del homenaje a la compañera Stella Maldonado, incansable militante, docente y dirigente destacada del SUTEBA y CTERA.

La huella distintiva de Stella, su lucha inclaudicable por la Educación Pública y los Derechos de los Niños, Niñas, Adolescentes y los Trabajadores. 

Stella

Difícil escribir sobre la muerte,

No hay belleza que pueda maquillarla

No hay palabras alegres de la vida 

Que puedan ocultarla.

Tu partida fatal fue justo un lunes

Con todo lo que ese día trae

Nos quedamos exangües tiritando

De ese  frío dolor  en que se cae.

De qué vale ocultarlo si el desgarro

Esta expuesto brutal en cada cara

La lágrima total nos humedece

Aunque pasen los días y semanas.

Fue tu vida total de punta a punta

una muestra cabal  de militante

Fuiste Stella maestra, obrera y madre

Dirigente ejemplar en cada instante.

Nos impone la vida un homenaje

Nos exige la historia  recordarte

Nos rendimos al fin en este día

A olvidar ese dolor y celebrarte.

Junto a Vilte, Requena  y Arancibia

Pasando por Alfredo y otros cientos

Cuyos nombres decimos cada marzo

Y gritamos por justicia a cuatro vientos.

Eslabón de esa cadena imprescindible

Sin la cual cada lucha es la primera

Esencia de memoria colectiva

Que es la conciencia de la clase obrera.

Mujer constructora desde abajo

De hablar pausado y de  pensar profundo

Rebelde hasta el final sin medias tintas

Resistiendo en el aula y en el mundo.

Aquí estamos nosotros los testigos

Los que vieron de tu vida todo,

Los que medimos las horas y los días

Entregados plenamente al otro.

Yo se que algún día volveremos

A encontrarnos  sin saber el modo

Que podremos decirte que tus sueños

Son de verdad  y finalmente  para todos.

 

Sector papelero y celulosa: se fortalece el vínculo Regional tras reunión de dirigentes organizada por IndustriAll

La opinión unánime de los concurrentes a la reunión Regional Cono Sur del sector del papel y celulosa organizado por la oficina Regional de IndustriAll es que este tipo de encuentros «enriquece la comunicación entre los trabajadores y dirigentes obreros» y permite «dar una respuesta unificada frente a un empresariado que actúa y proyecta en acuerdo con sus intereses tanto locales como globalizados».

 

Buenos Aires fue sede durante los pasados 23 y 24 de marzo de dos días de exposiciones e intercambio de experiencias de dirigentes gremiales del papel y la celulosa del Cono Sur, con por lo menos dos elementos destacados: por un lado, la concurrencia de dirigentes de otros países como Uruguay y Brasil; por el otro, una presencia cada vez más protagónica de jóvenes sindicalistas del Sindicatos del papel y celulosa del interior de nuestro país, con una mirada renovada sobre el rol de los trabajadores de la industria y la decisión de involucrarse y participar en la gestión sindical.

? «Nosotros somos un sindicato nuevo, con mucho para aprender. Nos vamos a nuestra provincia con nuevas herramientas para aplicar en nuestra responsabilidad de todos los días», afirmaba Mario Valdéz del Sindicato de Papeleros de San Juan.

Organizado por la oficina regional de IndustriAll con sede en Montevideo, estuvieron presentes su titular Jorge Almeida, Director Regional, Héctor Castellanos, Director de Proyectos y el compañero Anatoly Surin responsable mundial en IndustriAll del sector del Papel y Celulosa. 

Surin dio un informe sobre el desarrollo de las redes sindicales del Sector papel y celulosa y los avances en Convenios marcos con las principales transnacionales del sector. 

El Encuentro coincidió con las vísperas del 39 aniversario del golpe de Estado en Argentina. Esta circunstancia dio lugar a la intervención de Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la CTA de los trabajadores y titular de la FeTIA y SUTNA que aludió a aquel contexto histórico.

Wasiejko destacó el rol «de los trabajadores, como blanco de los atropellos y las persecuciones del régimen dictatorial» y compartió una lectura histórica del «plan de destrucción del aparato productivo nacional» que afectó miles de puestos de trabajo.

En contraposición, expresó la importancia de este tipo de reuniones de fortalecimiento de «visiones compartidas y de organización», como herramientas indispensables para la unidad de las organizaciones sindicales en el país y en la región.

En esa misma dirección se expresó Julio Burgueño, de la Federación Papeleros de Uruguay (FOPCU) al destacar que «estos tres últimos años han marcado un enorme afianzamiento de los trabajadores del papel en América Latina, dejando atrás viejos enfrentamientos que nos involucraron involuntariamente», aludiendo a la crisis de las papeleras del resonado caso Botnia. 

En las conclusiones se destacó que la creciente concentración del capital y su expansión en la región hace indispensable avanzar en el fortalecimiento de los vínculos sindicales, también esto es posible por políticas correctas de construcción en la diversidad, con pluralidad como las llevadas adelante por IndustriAll.

El último día se consensuó un plan de acción para el año, en el que los diversos sindicatos tomaron responsabilidades y compromisos.

Por Brasil concurrieron representantes de la CNQ-CUT, STI Caieiras y Guaiba; de Uruguay, compañeros de la FOPCU, representantes de Ecuador, así como de la Sask (organismo de cooperación de los sindicatos finlandeses) y representantes regionales y mundiales de IndustriAll.

Por Argentina, representantes de sindicatos del papel y celulosa de Misiones, San Juan y San Luis.

Los compañeros de Chile no pudieron asistir siendo habituales miembros de la red. 

La CTA Yasky impulsará su propio proyecto de código laboral (2)

La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que lidera Hugo Yasky destacó que poseen su propio criterio para avanzar en la conformación del código laboral. “Valoramos todo lo que sea en beneficio de los trabajadores, podemos intercambiar opiniones pero tenemos nuestro modo de ver las cosas en un proyecto tan relevante”, le dijo el adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko a Bae Negocios.

El Código Laboral busca sistematizar en un solo compendio las leyes del trabajo, descartar las caducas e incorporar aspectos actualizados en el Código Civil y Comercial. La iniciativa que respalda la Casa Rosada está piloteada por el diputado Héctor Recalde (FpV), que ya sumó la adhesión de la CGT Caló y la central de Hugo Moyano, además de la Cámara de Comercio.

Dentro de la reforma laboral que el Ejecutivo Nacional vislumbra desde el año pasado para el último tramo del mandato de Cristina Fernández se encuentra el citado código, la ampliación de las licencias parentales, participación de los trabajadores en las utilidades empresarias y el “aggiornamiento” de la Ley de Contrato de Trabajo.

Wasieko destacó que la CTA tiene el mismo sentido y espíritu de tales variantes, como se corroboró en la presentación sobre el proyecto para ampliar las licencias parentales que esa central realizó en el Congreso, un trabajo que forjó el abogado laboralista Alejandro Ferrari.

“Ya concretamos ese trabajo que debatirán los diputados, tenemos un detallado esquema para modificar la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y otro tópico de alto interés para esta organización es limitar al máximo las tercerizaciones”, le dijo a este diario el titular del SUTNA, que agrupa a los trabajadores del neumático. La CTA considera que estos tres puntos resumen su concepción sobre la reforma laboral y en ese sentido, según lo comentó Wasiejko, en abril se movilizarán al Congreso para respaldar los proyectos que tendrán tratamiento debate en ambas cámaras.

La CTA Yasky impulsará su propio proyecto de código laboral

La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que lidera Hugo Yasky destacó que poseen su propio criterio para avanzar en la conformación del código laboral. “Valoramos todo lo que sea en beneficio de los trabajadores, podemos intercambiar opiniones pero tenemos nuestro modo de ver las cosas en un proyecto tan relevante”, le dijo el adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko a Bae Negocios.

El Código Laboral busca sistematizar en un solo compendio las leyes del trabajo, descartar las caducas e incorporar aspectos actualizados en el Código Civil y Comercial. La iniciativa que respalda la Casa Rosada está piloteada por el diputado Héctor Recalde (FpV), que ya sumó la adhesión de la CGT Caló y la central de Hugo Moyano, además de la Cámara de Comercio.

Dentro de la reforma laboral que el Ejecutivo Nacional vislumbra desde el año pasado para el último tramo del mandato de Cristina Fernández se encuentra el citado código, la ampliación de las licencias parentales, participación de los trabajadores en las utilidades empresarias y el “aggiornamiento” de la Ley de Contrato de Trabajo.

Wasieko destacó que la CTA tiene el mismo sentido y espíritu de tales variantes, como se corroboró en la presentación sobre el proyecto para ampliar las licencias parentales que esa central realizó en el Congreso, un trabajo que forjó el abogado laboralista Alejandro Ferrari.

“Ya concretamos ese trabajo que debatirán los diputados, tenemos un detallado esquema para modificar la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y otro tópico de alto interés para esta organización es limitar al máximo las tercerizaciones”, le dijo a este diario el titular del SUTNA, que agrupa a los trabajadores del neumático. La CTA considera que estos tres puntos resumen su concepción sobre la reforma laboral y en ese sentido, según lo comentó Wasiejko, en abril se movilizarán al Congreso para respaldar los proyectos que tendrán tratamiento debate en ambas cámaras.

El recuerdo vivo de aquellas luchas

El 20 de marzo de 1975, fuerzas represivas invadieron la ciudad, encarcelaron a más de 100 gremialistas y mataron a decenas de trabajadores. «No venimos a olvidar, venimos a recordar», señaló el histórico dirigente de la UOM, Victorio Paulón.

La fuerte lluvia que cayó bien temprano le jugó una mala pasada al acto soñado en la plaza de Villa Constitución que terminó haciéndose en la sede de la UOM. Las fábricas de esta ciudad industrial hicieron un paro por cuatro horas, pero la marcha proyectada desde el cruce de rutas fue en autos y colectivos. El auditorio se colmó para la conmemoración del 20 de marzo de 1975, el día que las fuerzas represivas del Operativo Rocamora invadieron la ciudad, encarcelaron a más de 100 dirigentes gremiales y mataron a decenas. Fue el ensayo del terrorismo de estado. «Cuando crecía estaba muy enojada con el sindicato. Pensaba que era el culpable de la muerte de mi padre. Después entendí que tal vez esa sería la idea, culparnos entre nosotros pero no ver al culpable real», dijo Alicía García, la hija de José García, uno de los asesinados en aquella masacre. Su discurso hizo lagrimear a varios. Metalúrgica ella también, Alicia dijo: «Hoy estoy orgullosa de ser la hija de José García». Cuando terminó de hablar, su hijo Mauricio, también metalúrgico, se acercó a abrazarla. Alicia lloraba. En el mismo escenario, el dirigente del Comité de lucha que se formó tras la represión para conducir la huelga que duró 60 días, Victorio Paulón, estaba sentado junto al actual secretario general de la UOM y de la CGT, Antonio Caló. En 1975, el líder de la UOM, Lorenzo Miguel, formó parte del ataque contra la lista Marrón que encabezaba Alberto Piccinini, la que bregaba por democracia sindical contra la burocracia.

«No venimos a olvidar. Venimos a recordar. Pero también tenemos en cuenta los nuevos desafíos de los trabajadores», dijo Paulón. Unidad fue su palabra clave. «Agradecemos a Caló este gesto histórico, que habla mucho más del futuro que del pasado», agregó. En esa línea, el dirigente recordó: «Eramos la segunda línea que tuvimos que hacernos cargo de conducir la huelga histórica que duró 60 días sin reivindicaciones económicas, sólo para pedir que nos devolvieran el sindicato y la libertad de los presos políticos».

Entre los dos metalúrgicos se sentó el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. La ovación de la sala fue atronadora cuando se nombró a Piccinini, «el líder de la clase trabajadora», que no pudo asistir por «razones de salud». Todos los presentes se pusieron de pie en su homenaje. La esposa de «Picci» estaba entre el público.

El secretario general de la UOM de Villa Constitución, Héctor Ibarra, hizo el reclamo al Concejo municipal: la enorme movilización popular y el apoyo que la lucha de los metalúrgicos tuvo en 1975 no tuvo espacio en la legislatura local. La UOM había pedido que se decrete asueto por cuatro horas, pero los ediles no lo hicieron.

Las prioridades de los representantes políticos aparecen claras desde la entrada a la ciudad de 47 mil habitantes distante 55 kilómetros de Rosario. Una de las primeras imágenes de la ciudad es el cartel que dice «barrio Amelong». Raúl Amelong era gerente de Relaciones Industriales de Acindar y fue asesinado el 4 de junio 1975 por Montoneros. Las marcas urbanas son claras. Yendo por la avenida principal, otra de las calles se llama Ingeniero Acevedo, el nombre del dueño de la emblemática metalúrgica. Los obreros y obreras muertos en aquellas jornadas no tienen todavía calles con sus nombres. Sí existe una cortada «16 de marzo», día del triunfo de la Lista Marrón en 1974. Y el dirigente que encabezó aquella lucha, Piccinini, por segunda vez no fue declarado ciudadano ilustre por el Concejo, como pidieron la UOM y Amsafé para llegar con ese homenaje al día de ayer.

En el espacio de la UOM de Villa Constitución, el acto mantenía el recuerdo vivo de las luchas. Yasky consideró que «es bueno estar acá, es bueno rescatar esta historia, porque de esta historia venimos todos nosotros. No estaríamos acá todos los que estamos juntos si no hubiese existido el Villazo, si no hubiese existido Piccinini». Yasky también subrayó que «la derecha violenta hoy tiene otro rostro. En vez de tener fusiles FAL, tiene grandes medios de comunicación».

«No debemos repetir los mismos errores que tuvimos hace 40 años. Entonces yo era muy joven, pero hoy les digo a los más jóvenes que no vuelvan a repetir la historia que nos inculcaron, de pelearnos entre nosotros. Ese fue un error impuesto por la oligarquía y los poderes concentrados», dijo Caló.

El recuerdo vivo de aquellas luchas

El 20 de marzo de 1975, fuerzas represivas invadieron la ciudad, encarcelaron a más de 100 gremialistas y mataron a decenas de trabajadores. «No venimos a olvidar, venimos a recordar», señaló el histórico dirigente de la UOM, Victorio Paulón.

La fuerte lluvia que cayó bien temprano le jugó una mala pasada al acto soñado en la plaza de Villa Constitución que terminó haciéndose en la sede de la UOM. Las fábricas de esta ciudad industrial hicieron un paro por cuatro horas, pero la marcha proyectada desde el cruce de rutas fue en autos y colectivos. El auditorio se colmó para la conmemoración del 20 de marzo de 1975, el día que las fuerzas represivas del Operativo Rocamora invadieron la ciudad, encarcelaron a más de 100 dirigentes gremiales y mataron a decenas. Fue el ensayo del terrorismo de estado. «Cuando crecía estaba muy enojada con el sindicato. Pensaba que era el culpable de la muerte de mi padre. Después entendí que tal vez esa sería la idea, culparnos entre nosotros pero no ver al culpable real», dijo Alicía García, la hija de José García, uno de los asesinados en aquella masacre. Su discurso hizo lagrimear a varios. Metalúrgica ella también, Alicia dijo: «Hoy estoy orgullosa de ser la hija de José García». Cuando terminó de hablar, su hijo Mauricio, también metalúrgico, se acercó a abrazarla. Alicia lloraba. En el mismo escenario, el dirigente del Comité de lucha que se formó tras la represión para conducir la huelga que duró 60 días, Victorio Paulón, estaba sentado junto al actual secretario general de la UOM y de la CGT, Antonio Caló. En 1975, el líder de la UOM, Lorenzo Miguel, formó parte del ataque contra la lista Marrón que encabezaba Alberto Piccinini, la que bregaba por democracia sindical contra la burocracia.

«No venimos a olvidar. Venimos a recordar. Pero también tenemos en cuenta los nuevos desafíos de los trabajadores», dijo Paulón. Unidad fue su palabra clave. «Agradecemos a Caló este gesto histórico, que habla mucho más del futuro que del pasado», agregó. En esa línea, el dirigente recordó: «Eramos la segunda línea que tuvimos que hacernos cargo de conducir la huelga histórica que duró 60 días sin reivindicaciones económicas, sólo para pedir que nos devolvieran el sindicato y la libertad de los presos políticos».

Entre los dos metalúrgicos se sentó el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky. La ovación de la sala fue atronadora cuando se nombró a Piccinini, «el líder de la clase trabajadora», que no pudo asistir por «razones de salud». Todos los presentes se pusieron de pie en su homenaje. La esposa de «Picci» estaba entre el público.

El secretario general de la UOM de Villa Constitución, Héctor Ibarra, hizo el reclamo al Concejo municipal: la enorme movilización popular y el apoyo que la lucha de los metalúrgicos tuvo en 1975 no tuvo espacio en la legislatura local. La UOM había pedido que se decrete asueto por cuatro horas, pero los ediles no lo hicieron.

Las prioridades de los representantes políticos aparecen claras desde la entrada a la ciudad de 47 mil habitantes distante 55 kilómetros de Rosario. Una de las primeras imágenes de la ciudad es el cartel que dice «barrio Amelong». Raúl Amelong era gerente de Relaciones Industriales de Acindar y fue asesinado el 4 de junio 1975 por Montoneros. Las marcas urbanas son claras. Yendo por la avenida principal, otra de las calles se llama Ingeniero Acevedo, el nombre del dueño de la emblemática metalúrgica. Los obreros y obreras muertos en aquellas jornadas no tienen todavía calles con sus nombres. Sí existe una cortada «16 de marzo», día del triunfo de la Lista Marrón en 1974. Y el dirigente que encabezó aquella lucha, Piccinini, por segunda vez no fue declarado ciudadano ilustre por el Concejo, como pidieron la UOM y Amsafé para llegar con ese homenaje al día de ayer.

En el espacio de la UOM de Villa Constitución, el acto mantenía el recuerdo vivo de las luchas. Yasky consideró que «es bueno estar acá, es bueno rescatar esta historia, porque de esta historia venimos todos nosotros. No estaríamos acá todos los que estamos juntos si no hubiese existido el Villazo, si no hubiese existido Piccinini». Yasky también subrayó que «la derecha violenta hoy tiene otro rostro. En vez de tener fusiles FAL, tiene grandes medios de comunicación».

«No debemos repetir los mismos errores que tuvimos hace 40 años. Entonces yo era muy joven, pero hoy les digo a los más jóvenes que no vuelvan a repetir la historia que nos inculcaron, de pelearnos entre nosotros. Ese fue un error impuesto por la oligarquía y los poderes concentrados», dijo Caló.

«Los trabajadores tenemos memoria e historia» dijo Hugo Yasky.

Emotivo recuerdo a los caídos en Villa Constitución. Con un masivo acto celebrado en la sede de su sindicato, se rindió homenaje hoy a los caídos, presos y exiliados de la brutal represión que hace 40 años sufrió el pueblo de Villa Constitución y sus Trabajadores nucleados en la Unión Obrera Metalúrgica.

La recordación de esa gesta histórica de resistencia a la opresión, que mantuvo unido a los habitantes de «Villa» y a los Trabajadores metalúrgicos por más de sesenta días que duró la huelga, no tuvo como eje un reclamo salarial, sino el reclamo de liberación de los detenidos y la devolución del Sindicato, que había sido intervenido con la colaboración de la conducción burocrática del gremio.

Ese encuadre es el que le dio a su discurso el Secretario General de la CTA de los trabajadores, Hugo Yasky, quien en compañía del secretario adjunto de la organización y titular de la FeTIA, Pedro Wasiejko, coincidieron en reconocer el valor histórico de esa resistencia y el » globo de ensayo» que significó esa represión, como preanuncio de la sangrienta dictadura que comenzaría tan sólo un año después.

» Para las clases dominantes los Trabajdores deben desconocer su historia. Como si no tuviéramos un pasado de lucha y de conquistas. Por eso es muy saludable parar un poco de vez en cuando y reconocer que no estaríamos aquí reunidos si no fuera por el coraje de los metalúrgicos de Villa, y entre ellos la figura de Alberto Piccinini», indicó Yasky en alusión a quien fuera el líder de aquel comité de lucha y luego secretario general de la histórica UOM de Villa Constitución.

«Lo digo como maestro de escuela- subrayó Hugo Yasky- gestas como éstas deben estar en los libros de historia, esos libros que recuperan la mística, el heroísmo y la solidaridad de los pueblos».

«Aquel 20 de marzo d 1975  esos valientes compañeros estaban enfrentando a un monstruo que un año después comenzó su maquinaria que hizo desaparecer a 30 mil trabajadores. Esa misma derecha oligárquica que hablaba de nuestro  modo de vida occidental y cristiano. Esa derecha violenta que hoy tiene otro rostro, que se afeitó los bigotes, que se sacó el saco y en vez de fusiles tienen a su disposición a los grandes medios de comunicación», apuntó Yasky.

En la misma dirección de pensamiento se inscribió la emotiva alocución de Victorio Paulón, otro de los referentes ineludibles de la historia del Villazo. Pese a su historia personal de cárcel y exilio, Paulón señaló que » no nos anima el rencor. Venimos aquí a contar nuestros errores y nuestros aciertos, de modo que aquellos no se vuelvan a cometer».

Paulón dijo que cualquier solución en el mundo del trabajo » es colectiva, ningún trabajador se salva solo».

La convocatoria, originalmente proyectada en la plaza Central, debió trasladarse al auditorio de la UOM a causa de la lluvia. Se sucedieron una serie de oradores, entre los que se destacaron el secretario general  de la CGT y del gremio metalúrgico nacional,  Héctor Caló, y el secretario general de la seccional Villa Constitución, Héctor Ibarra.

El homenaje culminó en el cementerio, en el que un artista local, integrante del gremio metalúrgico, inauguró un conjunto escultórico de homenaje a los muertos del Villazo, en el que se destaca un tríptico en forma de obelisco que exige Memoria, Verdad y Justicia.

 

La organización de los trabajadores es la única valla para que no se implementen estas políticas de ajuste

Laboralistas piden debate por el Código de Trabajo

El Asesor Jurídico de FeTIA (Federación de Trabajadores de la Energía, Industria, Servicios y Afines) y presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, León Piasek, afirmó que un Código de Trabajo unificado, como impulsa Héctor Recalde, debe comprender reformas en la ley sindical y algunas normas del Código Civil y Comercial.

Piasek afirmó que la posibilidad de sancionar un Código de Trabajo unificado -como se impulsa desde algunos sectores del oficialismo ligados al diputado Héctor Recalde- necesariamente debe comprender “una reforma de la ley sindical que asegure la democracia”, además de “revisar algunas normas del nuevo Código Civil y Comercial que desprotegen a los trabajadores”.
Reconoció que existen diversos movimientos tendientes a conseguir este año la unificación de la legislación del trabajo, pero advirtió que sin embargo “no forman parte de la agenda de ningún órgano oficial y su sanción fue desmentida por el ministro de Trabajo (Carlos Tomada)”. Además insistió que se trata de una iniciativa que “no puede ni debe concretarse de espaldas a los actores del mundo del trabajo”.
Aun sin señales oficiales, un grupo de abogados ligados a algunas líneas del gobierno se reunirán en Rosario al 9 de abril a los fines de avanzar en un anteproyecto de reforma. Por ahora sin un respaldo político claro, no hay indicio de si se trata de una mera compilación ordenadora de la legislación ya sancionada, o sí efectivamente se avanzará en una reforma integral.
“Muchos laboralistas han esbozado ideas en relación a integrar una legislación que hoy está dispersa. Y eso es positivo. Sin embargo, un Código de Trabajo como tal debe ser una verdadera reforma y no una mero ordenamiento parcial, que ya se ha hecho con el Digesto Jurídico. Y requiere, necesariamente, que se debata del modo más amplio. La Asociación de Abogados Laboralistas, por ejemplo, no ha debatido todavía esta codificación”, puntualizó Piasek.
El asesor de FeTIA afirmó que no es posible concebir un Código de Trabajo “sin una reforma de la ley de asociaciones sindicales que garantice la democracia, la libertad sindical y la tutela amplia de los derechos colectivos, en especial del derecho a huelga”, pilares del modelo sindical del peronismo ortodoxo.
“Sobreviven normas laborales heredadas de la última dictadura militar en la Ley de Contrato de Trabajo que exigen una derogación, como también la Ley de Riesgos de Trabajo y la Ley Antiterrorista, que introduce sanciones de naturaleza penal a los trabajadores que luchan por sus derechos”, agregó.
En ese contexto, Piasek advirtió una línea de reflujo en materia de interpretación de la ley laboral que se expresa, especialmente, en los últimos fallos de la Corte Suprema de Justicia, que hasta un par de años “se destacaba por la defensa de los derechos sociales, laborales y humanos”. Y afirmó que esa misma línea de intervención regresiva se ha manifestado en las normas laborales del Nuevo Código Civil y Comercial cuya redacción fue dirigida por Ricardo Lorenzetti, el titular de la Corte.
Entre las modificaciones que aparecen naturales para la sanción de un Código de Trabajo, el presidente de AAL afirmó que “hace falta debatir la estabilidad en el empleo sin distinguir si se trata de empleo público o privado; debatir un verdadero régimen de solidaridad en las relaciones laborales triangulares o tercerizadas; e introducir un criterio preventivo en materia de enfermedades y accidentes laborales”.