POR VICTORIO PAULÓN
Una jauría de empresarios de primera línea, organizados por el gobierno en un grupo de WhatsApp, salen con la lanza en ristre clamando por la reforma laboral. Enancados en la virulencia del discurso oficialista, se suceden unos a otros recitando discursos provocadores contra la legislación laboral y la justicia del trabajo, los sindicatos y sus dirigentes, los convenios colectivos, e invocan lo peor de la experiencia internacional. Julio Crivelli, de la Cámara Argentina de la Construcción, reclamó que avance con la reforma laboral y exigió “poder despedir sin causa a empleados en todas las industrias y comercios”.
Una encuesta reciente analizó la situación laboral específica de los venezolanos que llegaron a la Argentina, principales víctimas de una reforma laboral de hecho junto a otras colectividades sobreexplotadas por lo peor del empresariado local. Apenas el 32% tiene un trabajo estable y el panorama que encuentran es preocupante, ya que 6 de cada 10 inmigrantes de ese origen no consigue trabajo estable, casi la mitad vive con $15.000 o menos y casi el 70% de los encuestados trabaja en negro. Esa parece ser la propuesta que el macrismo tiene para el mundo del trabajo.
En un mundo globalizado es posible observar los fenómenos en su real dimensión. Recientemente en China, los trabajadores cortaron los accesos a la fábrica y mataron al director general de la compañía Tonghua Aceros, al enterarse del despido de 25.000 de los 30.000 obreros de la firma. Cuando la policía fue a reprimirlos, se enfrentaron con decisión desesperada y hubo un saldo de centenares de heridos. Interesante lección para los referentes del empresariado corresponsable de los crímenes de la dictadura, muchos aun impunes. Crivelli es el ejemplo de irresponsabilidad oportunista de quienes no piensan en política más allá del predio de sus empresas.
Para ese debate en curso es bueno abordar las conclusiones de la OIT con motivo de un estudio de la situación laboral a escala global, realizado sobre 75 países. Rodrigo Quiroga, docente de la Universidad de Córdoba, bioinformático e investigador del Conicet, hizo un estudio pormenorizado que esclarece. “La negociación inclusiva efectuada por sindicatos y empleadores recibió un apoyo en las políticas públicas adoptadas durante la Depresión iniciada en 1929 y después de 1945. Por el contrario, la negociación colectiva se ha visto obstaculizada en muchos países desde la crisis financiera de 2008, y esta situación no fue sino la continuación de un declive a más largo plazo de las tasas de sindicalización. Los países en que la cobertura de la negociación colectiva siguió estable o aumentó fueron aquellos que apoyaron la negociación colectiva inclusiva mediante una serie de políticas. (…) Esto hace necesario un marco jurídico que garantice el respeto de los derechos de organización y facilite el reconocimiento efectivo de sindicatos y empleadores a los efectos de negociación colectiva, también que los gobiernos tomen medidas adecuadas y adopten políticas que fomenten la negociación colectiva. A la vista de las crecientes desigualdades y de la demanda de justicia social, es preciso que las políticas públicas fortalezcan la negociación colectiva y mejoren su cobertura e inclusión”.
El ex ministro Carlos Tomada presentó junto a referentes sindicales y políticos una propuesta para encarar la emergencia laboral y ocupacional de cara a la crisis que atraviesa el mundo del trabajo y la producción: aparecen temas como institucionalizar el diálogo social tripartito sobre el futuro, la brecha de género, la formación continua, ampliar la inspección laboral, el trabajo de las plataformas digitales, renovar los convenios en defensa de los intereses de los trabajadores, institucionalidad laboral para la economía popular, un nuevo esquema de contribuciones patronales, esquema de precios y salarios para proteger los ingresos, establecer un nuevo índice de movilidad jubilatoria, una trayectoria formativo-laboral para los y las trabajadoras en situación de alta vulnerabilidad, regular la tercerización laboral, jerarquizar el empleo público para el fortalecimiento del Estado.
En paralelo a la cumbre de los Presidentes del Mercosur se llevó a cabo en la sede de los municipales de Santa Fe la Cumbre de los Pueblos, que desde el comienzo de la integración regional acompaña cada reunión de los primeros mandatarios. La organización fue encarada por el MOS (Movimiento Obrero Santafesino) con la participación de las organizaciones sociales, representantes de las pymes y representantes sindicales del Cono Sur, en cabeza del secretario general de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Conosur, el uruguayo Fernando Gambera. Las cuestiones más candentes giraron alrededor del preacuerdo Unión Europea-Mercosur y la ofensiva sobre la reforma laboral. Hubo expresiones de condena y fuertes manifestaciones de solidaridad con los sindicalistas Sergio Palazzo, Roberto Baradel y Hugo y Pablo Moyano.
En la vida que transcurre fuera de la campaña electoral, 200 trabajadores de Molinos Minetti ocuparon las instalaciones de la planta en la ciudad de Córdoba en reclamo del pago de quincenas adeudadas y el medio aguinaldo. La medida fue tomada el viernes 12, por la negativa de la empresa a pagar los salarios y aguinaldo que adeudan. Frente a una patronal que ya adoptó como costumbre pagar con atraso mientras especula en las cuevas de dinero y lleva a los trabajadores a todo tipo de dificultades para mantener a sus familias, están convocando a las distintas organizaciones a solidarizarse con su lucha. Como parte de la depredación industrial del macrismo, los representantes de ATE denuncian la paralización de la planta de ácido sulfúrico de Río Tercero y temen por la continuidad de la fuente de trabajo.
La Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines de la República Argentina (FESITCARA) lanzó un paro nacional por 48 horas para exigir respuestas al gobierno sobre la delimitación de las zonas de actuación gremial en la actividad. La medida de fuerza responde a los reclamos tras los violentos hechos en Ecocarnes, de San Fernando, donde resultaron heridos de bala dos trabajadores. “No puede ser que la decisión de afiliarse a un sindicato vinculado a una Federación, haga peligrar su propia vida”, declaró a Mundo Gremial Pedro Lacuadra Montiel, adjunto de la Federación.
El sitio web especializado Gestión Sindical dio cuenta de la desaparición de una de las textiles emblemáticas de nuestro país: “Trágico: en dos años, Alpargatas vendió ocho plantas, abandona su industria textil y despidió a 2.545 operarios. Fundada hace 136 años, se queda con la fábrica de Tucumán y 680 empleados. En los últimos dos años, Alpargatas Argentina —una empresa que nació en 1883— levantó casi toda su operación en el país. Si se termina de concretar la venta de tres plantas y una desmotadora, la compañía abandonará el negocio textil y sólo se concentrará en calzado. De tener nueve plantas, se quedará sólo con una y de contar con 3.900 trabajadores, sólo le dará trabajo a 675 en la única planta que le quedará en Tucumán”. Gran dolor por la pérdida de una emblemática fuente de trabajo de los argentinos.
Los gremios docentes denunciaron que las escuelas que el macrismo dice haber inaugurado no existen en la realidad y rechazaron con unanimidad la insólita propuesta del “Servicio Cívico Voluntario” para promover la militarización de los jóvenes, al par que reivindicaron el sistema educativo público. Los trabajadores Viales desmintieron a la gobernadora Vidal y su parva de mentiras sobre trabajos presuntamente realizados en las rutas de la provincia. Cuando la ofensiva oficialista arrecia en todos los órdenes, las fuerzas de los trabajadores sindicalizados responden con firmeza alineadas en un frente opositor de hecho a la derechización de la política que propone Cambiemos sobre todos los temas de agenda.
El candidato Alberto Fernández afirmó que «no hay que hacer una reforma laboral, hay que generar trabajo, hay que hacer que la economía funcione», según afirmó tras un almuerzo con la dirigencia de la CGT. Postales de una campaña que se va polarizando. La vida y las promesas electorales van estrechando el brete por donde desfila la mayoría del pueblo argentino y la representación política es un cheque postdatado cuya fecha de vencimiento es cada vez más cercana.
(Artículo publicado en El Cohete a la Luna)