[OPINIÓN] Modesto Guerrero: “O Maduro expropia a los grandes capitales, o éstos lo acabarán”

El café diario publica una entrevista que Daniela Vargas hace a Modesto Guerrero, periodista y analista venezolano. Guerrero, que vive en nuestro país desde 1990, biógrafo de Hugo Chávez, es consultado asiduamente por los medios locales por su conocimiento del proceso venezolano, se autodefine como “la voz política crítica del chavismo, dentro del chavismo”.

En esta nota describe a Venezuela a partir de su situación geopolítica. “Tiene la primera reserva de petróleo pesado y la tercera reserva de oro del planeta, sumado a que posee un océano de coltán y otros minerales tecnológicos debajo de la tierra sobre la que se monta un estado que no depende del sistema mundial manejado por Estados Unidos. Y en el centro se encuentra un gobierno que se llama de izquierda. Las tres cosas juntas son tres buenos motivos para hacerle la guerra permanente al gobierno de Maduro“.

El analista venezolano asegura que Maduro tiene dos opciones. Seguir los pasos de Cuba, “o vivir en el marasmo de crisis recurrente durante 50 años más, como la estirpe de Macondo que está condenada a la destrucción si repite sus errores. Ese es el dilema, que fue el de Perón, de Allende, de Vargas, de Juan Velasco, de todos quienes liberaron alguna rebelión en América Latina”.

*Las notas de opinión no reflejan necesariamente la opinión de FeTIA Oficial.

 

Por Daniela Vargas

Sentado en la mesa de un bar, disfrutando de la brisa que corre una mañana de enero, Modesto Emilio Guerrero lee Cien años de soledad, libro que, confiesa, lee todos los veranos. Admirador del barrio porteño de Floresta, lo elige como lugar de encuentro.

Nació hace 60 años en Paraguaná, península ubicada al norte de Venezuela. Biógrafo de Hugo Chávez, se define como “la voz política crítica del chavismo, dentro del chavismo” en Argentina, donde vive desde 1990.

En los últimos días fue protagonista de diversas entrevistas en los medios argentinos por su conocimiento y relación con la Revolución Bolivariana. Durante el encuentro, le llaman desde tres emisoras de radio para realizarle preguntas al aire y, al finalizar, irá a un canal de televisión. “Soy un hablador de paja, un propagandista”, dice, y afirma que ha recibido dos amenazas de muerte a 5 mil km de distancia. “Para ellos es peligroso porque das la campana contraria”.

Lo suelen llamar para que responda preguntas del tipo “¿el régimen de Maduro es una dictadura?” o “¿hay papel higiénico en Venezuela?”, que contesta pacientemente al tiempo que intenta explicar qué hay detrás de los titulares y qué significa lo que sucede hoy en su país de origen.

Periodista, escritor y ex diputado, Guerrero describe a Venezuela a partir de su situación geopolítica. Tiene la primera reserva de petróleo pesado y la tercera reserva de oro del planeta, sumado a que posee un océano de coltán y otros minerales tecnológicos debajo de la tierra sobre la que se monta un estado que no depende del sistema mundial manejado por Estados Unidos. Y en el centro se encuentra un gobierno que se llama de izquierda. “Las tres cosas juntas son tres buenos motivos para hacerle la guerra permanente al gobierno de Maduro“.

El analista venezolano asegura que Maduro tiene dos opciones. Seguir los pasos de Cuba, “o vivir en el marambos de crisis recurrente durante 50 años más, como la estirpe de Macondo que está condenada a la destrucción si repite sus errores. Ese es el dilema, que fue el de Perón, de Allende, de Vargas, de Juan Velasco, de todos quienes liberaron alguna rebelión en América Latina”.

¿Qué se está viviendo en Venezuela hoy?

Estamos viviendo una derrota de la derecha, de la oposición venezolana, que es la número 10 en términos político-militares y la número 23 de 25 pruebas electorales. La derrota se verifica en que fueron echados de los dos cuarteles que tomaron el 22 de enero, y están presos los que se robaron las armas y se rebelaron militarmente contra el Estado. Es decir, que se aplicó la Constitución por medios judiciales correctamente; no fueron fusilados en la plaza pública.

Después, Juan Guaidó se autoproclama presidente y, sin saberlo, queda presidente de dos poderes públicos, lo cual en ninguna república del planeta Tierra está permitido: Presidente del Congreso y Presidente de la República. Ese acto de locura no tiene explicación para ningún analista. Lo dejan pasar.

Así, esa derrota político-militar se transfirió al plano de la política diplomática. Llevaron las masas a la calle, lo cual preocupó. El 23 de enero, yo no estaba seguro de que ellos iban a ser derrotados porque llevaron más gente que el chavismo a la calle. La relación de fuerzas estaba a favor de ellos. ¿Qué se esperaba diplomática y mediáticamente? Había una dictadura que iba a caer y un pueblo que no soportaba más. Todos los hechos reales convertidos en titulares terroríficos. La imagen era esa.

Sin embargo, del 23 al 25 eso se modificó. La derecha quedó derrotada porque la disposición al combate del chavismo, siendo un poquito menos que el enemigo, era superior. Estaban dispuestos y armados para defender el Palacio de Gobierno. Ahí, el monopolio de las armas se quiebra por un rato y pasa a ser el monopolio del poder popular. Al mismo tiempo, fueron derrotados en la Organización de las Naciones Unidas y en su aliado más importante, que es la Unión Europea.

Esa derrota está siendo usada por la oposición, pero no por la de Juan Guaidó, sino por el resto de la oposición y, curioso, ninguno salió a apoyar al presidente autoproclamado; se quedaron callados. Ahora están negociando con el gobierno cómo sobrevivir en la derrota.

¿Cómo jugó la oposición en las elecciones de 2018?

Cuando Maduro se convence y declara que se adelantan las elecciones, el 20 de mayo de 2018, la oposición no se presenta. Entonces fue Henri Falcón, opositor, ex chavista, y sacó como 2 millones de votos. Bastante. Y Maduro sacó 5 millones 800 mil. Como ganó, entonces es fraudulento. Hubiera ganado Henri Falcón y serían las elecciones más limpias. Ese es el grado de delirio que imposibilita cualquier acceso al conocimiento. Es como la gente que acá dice que Cristina se robó tres PBI. Ellos armaron una fantasía, y les resultó.

Jimmy Carter lo dijo: el sistema de votación en Venezuela es inviolable. La forma de votar y el mecanismo de resolución del resultado son correctos. Entonces Bernie (Sanders) se convenció y sacó una declaración defendiendo a Maduro.

¿Cómo surgió Juan Guaidó?

Es un forúnculo. Un accidente producto de dos factores, el colapso de la sociedad venezolana en sus instituciones, y el colapso de la derecha, de la oposición a la que él pertenece. Si no, no tiene explicación. Es un ser anónimo. Un ser que no tiene ni prosapia, ni tradición, ni ha escrito un libro, ni es orador, ni tiene trayectoria militante, ni organizó un partido. Es nada. Un nihilista total.

¿Cómo es que Guaidó puede ser presidente del segundo poder político del país?

Por la circunstancia imprevista de que ellos ganaron el parlamento en 2015 y se dividieron. Al dividirse, alguien tenía que presidir el vacío, y se lo dieron a él. Sin embargo, no es estúpido. El acto de masa del 23 de enero lo hizo a dos cuadras de la embajada colombiana. Terminó el acto y se puso bajo su protección. Sino, lo hubieran agarrado en el camino y estaría preso.

Guaidó es el hombre de Estados Unidos en Venezuela, como acá en Argentina hay hombres candidatos que son directamente financiados o manejados por el Departamento de Estado, como (Sergio) Massa o (Elisa) Carrió. En Venezuela fueron (Henrique) Capriles, Leopoldo López, (Antonio) Ledezma.

¿Qué se espera que suceda en Venezuela?

Hay que ver qué negocian, cómo negocian, qué concede el gobierno, y la oposición. Lo más previsible es que lleguen a algún acuerdo de tipo electoral, pero si es presidencial tienen un problema.

Si Maduro acepta llamar a elecciones adelantándose 6 años, habrá capitulado. Esto es una hipótesis, no un pronóstico ni un deseo. ¿Por qué? Porque es regalarle 6 años de poder al enemigo, y si algo aprendimos desde Pancho Villa y Emiliano Zapata, pasando por todos los rebeldes del continente hasta hoy, menos Cuba, es que no se regala el poder una vez lo conquistas, porque el enemigo te destroza.

¿Cómo hizo la revolución bolivariana para tener el consenso que hoy le permite estar donde está?

El poder popular fue un proceso muy complejo, facilitado porque el jefe tenía conciencia de su necesidad y comprensión de su inevitabilidad. Y porque el movimiento con el que derrotamos el golpe de estado de 2002 no fue ni reprimido, ni contenido, ni cercado por el gobierno.

El poder popular es el secreto de toda revolución, no es otra cosa. En diciembre de 2002, Chávez dice “organícense como quieran, pero organícense”, porque era un despelote. Todos leales y ninguno obediente. Todos críticos, pero eso es un despelote, y es lo que aprovecha el enemigo para ganarte. Los movimientos se organizaron y derrotamos el segundo intento golpista que fue el golpe petrolero de diciembre de 2002 con Chávez en pleno acontecimiento.

Y un poco después, cuando brotaron de los movimientos, de las organizaciones comunitarias, barriales, militantes, 1325 medios alternativos, Chávez dijo “¿qué necesitan?”, no “no hablen”.

En una oportunidad los vecinos echaron a un ministro, y Chávez aprobó la echada. Militar así es fácil porque tienes un aliado en el gobierno. Esa es la Revolución Bolivariana secreta, opaca, de la que no se habla. A otros les interesa la superficialidad, la parte institucional, Chávez, Maduro; pero el secreto está abajo.

Habiendo poder popular, hay organización, disposición y conciencia; lo que el kirchnerismo se negó a formar. Hay conciencia de qué es un error y qué no es un error. Puedes clasificar. Eso costó 4 años de construcción de 2002 a 2007.

Sin embargo, el desarrollo del poder popular fue a contramano, porque ningún Estado quiere un poder alterno, y el poder popular es alterno. Existe porque los trabajadores lo han hecho. Existen centenares de comunas que organizan organismos sociales pero más para la defensa, no solo militar sino alimenticia. Es el límite y la potencia.

Sigue en construcción pero cada vez más limitado porque el gobierno de Maduro no hace nada. A Chávez le gustaba, no lo prohibía. A Maduro no le gusta. Yo milité con él en los años 80 en las huelgas; viene de un partido marxista, guerrillero, pero no lo hace porque en su cabeza está la diplomacia, el Parlamento. Tu destino lo construyes tú.

¿Por qué la derecha, la oposición, no ha podido contra la Revolución Bolivariana?

La crisis que tienen ellos se basa en un hecho opaco. Son pro-yanquis, testaferros, empleados de los yanquis. No tienen proyecto propio, no tienen Nación en la cabeza, o proyecto social de cambio. Los liberales acá, como Roca, Mitre o Sarmiento, toda esa generación de 1890, tenían un proyecto de Nación, de país, bien burgués y bien explotador. Argentina casi llega a ser un país metropolitano. Era la segunda economía del planeta en términos comerciales. Esa burguesía tenía un proyecto.

La burguesía venezolana no tiene nada. Lo único que tiene es odio. Odian sanguíneamente al chavismo, por eso los queman. Llegaron a quemar 31 chavistas vivos en la calle. Te matan. Yo tengo 2 amenazas de muerte y vivo a 5 mil kilómetros. Soy un hablador de paja, hablador de mariqueras. ¿Cuál es mi peligro? Soy un propagandista. Para ellos es peligroso porque das la campana contraria.

¿Qué sucedió tras la muerte de Chávez?

Chávez lo deja a Maduro con un programa y con un mandato. Desmontar el Estado capitalista corrupto de Venezuela para montar sobre sus ruinas un Estado comunal. Al no hacer eso, Maduro se hundió en la debilidad que es la que aprovecha el enemigo.

Esa debilidad fue facilitada por su incomprensión de que si no cumples el mandato, te pasa lo que le pasó a todos los procesos revolucionarios de América Latina menos Cuba. Como Cuba cambió la naturaleza del Estado, el carácter de la economía y la conciencia de la gente, ha podido durar medio siglo.

¿Qué opinás de la forma en que se trata lo que sucede en Venezuela en los medios de comunicación?

El periodismo actual se dedicó a informar de titulares, y un titular es el resumen chiquitito de un hecho, de un resultado. El resultado no es el hecho. Es el producto de una cadena causal de hechos, y esos hechos no se nombran ni se explican. Si los nombras, el titular se te muere.

¿Cuál es la forma de continuar con la Revolución Bolivariana?

Muy sencillo, eso lo enseñó ya la historia: expropiar. O Maduro expropia a los grandes capitales bancarios y productivos del país para blindar la economía e impedir la hiperinflación, la especulación y el desabastecimiento, sobre la base de una nueva economía productiva, o vivirá 100 años más en marambos políticos recurrentes. No hay otra forma de liberarse de eso. Si no lo hace, los capitalistas lo van a expropiar a él. Hoy, mañana o dentro de 5 años. Es un problema de tiempo y nada más.

Los trabajadores están dispuestos, aunque no sé si todos. Hay un centenar de fábricas bajo producción obrera y acaba de expropiarse una empresa muy grande que la abandonó el patrón y los trabajadores la tomaron.

Los hechos muestran en la historia latinoamericana que si tú no blindas tu economía y tu Estado, te lo blindan y te desalojan. No es un juego; ellos no juegan. Algunos políticos de izquierda creen que se puede jugar, como Lula (Luiz Inácio Lula da Silva) o Néstor (Kirchner).

A Lula lo bajaron de la candidatura en la Organización de las Naciones Unidas a preso. Ellos son crueles, hermano.

¿Por qué vino usted a Argentina?

Vine para acá en agosto de 1990 con una beca por un concurso de ensayo. Escribí un librito que se llama Panamá, soberanía y revolución, sobre la invasión yanqui a Panamá del año 89. Me dieron una platica, una placa, y tenía derecho a un seminario en México, Chile o Argentina. Pensé México es muy yanqui; Chile está derrotado, todos son tristes. Entonces fui a Puán (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires). Osvaldo Bayer, (Tulio) Halperin Donghi y otros que me interesaban. Vine al Seminario de Historia 8 meses.

Mi beca era de 1.000 dólares. Eran millones de australes para este país. Me dieron los billetes en cajas de zapatos. Pero el seminario no funcionó. No había llave para abrir la puerta, otro día no había agua, otro día Osvaldo no llegó porque se emborrachó… el país no funcionaba, ¿por qué iba a funcionar un seminario? A los 3 meses me levanté a una gallega, la madre de mi hijo, y alquilé un apartamento de 2 ambientes en Acassuso.

Fui enamorándome de la bohemia de la capital, de los museos y las bibliotecas, donde robé todos los libros que pude, sobre todo del Diario La Prensa que tenía la mejor biblioteca de esta ciudad que yo había conocido. Yo iba y robaba libros. Robé decenas de libros porque los viejitos de 180 años que la cuidaban tardaban como 1 minuto en doblar el cuello para mirar, y yo tardaba 30 segundos en guardarlo.

Conseguí trabajo de periodista y tuve suerte. Me fui con la madre de mi hijo a Brasil y estuve dos años. Me volví con un hijo y me quedé acá. Un hijo es una raíz. Ahora, a los 60 años, tengo dos, y menos razones para irme.

Nunca me gustó vivir en Venezuela, porque no es el espíritu nacional que a mí me cuadra, no son los modos. A mí me decían “el nórdico” porque me gustaba todo lo estético, los sueños. Venezuela no te brinda eso, tiene cosas maravillosas, incluso tiene mejor teatro que acá, pero no tiene la vida cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Si pudiera mudarme hoy, me iría a Bolivia o a Budapest.

¿Cuál es su historia política en Venezuela?

No soy un protagonista pero no soy un anónimo en la historia. Fui diputado antes de que Hugo Chávez fuera Chávez, tengo una carrera política, una carrera literaria, y he sido acá la voz política critica del chavismo, dentro del chavismo.

Soy un cuadro político, es verdad. Yo me formé en el barro de la clase obrera, en el barro de las huelgas obreras y del sindicalismo, y en la militancia política. Luego me hice intelectual, siempre quise ser escritor, era mi búsqueda porque yo era artista. A los 14 años era pintor; a los 17 egresé de la escuela de artes plásticas. Fui actor. Hasta los 21 era básicamente un artista, soñaba con eso. Por eso, la política no la veo como carrera, sino como un acto humano estético y ético. Eso es lo que me diferencia de muchos compañeros.

¿Cómo fue escribir la biografía de Chávez?

Yo hago la biografía desde un paralelo. Voy observando la vida de Chávez desde mi vida porque tenemos la misma edad. Él tenía un año y medio más que yo, pero nos formamos en el mismo país, el mismo tiempo, los mismos escenarios, conocimos a las mismas personas, él se rebeló en la misma ciudad donde yo vivía.

Un día de 1982 recibí una llamada de él cuando era periodista en el diario El Aragueño en mi ciudad. Él llama al diario y pregunta por Modesto Emilio Guerrero. Yo había escrito una nota de opinión secundaria a favor de los militares que se habían pronunciado con un escrito contra un acto de corrupción. El jefe de eso era él, pero yo no podía saberlo, ni que era él el que iba a ser, ni que era él quien me estaba llamando, porque se hizo llamar Jesús María.

Pude hablar con él cuando estaba fundando el movimiento. Era un despelote en términos organizativos, como es todo el país y el Caribe. Hacer la biografía de Chávez me resultó muy fácil. Ponía música llanera todas las mañanas, que es como que pongas chacarera para escribir la historia de Martín Miguel de Güemes; es la música criolla tradicional campesina. Esa música me conectaba con mi infancia y con su infancia, con lo que él cuenta. La disfruté como una novela.

Ahí cuento cómo Chávez fue mutando de muchacho rebelde a militar rebelde. De militar rebelde, a oficial rebelde contra el gobierno. De eso, a tipo que comprendió que América Latina era un problema geopolítico, y no sólo un problema venezolano. De ahí, a entender que había dos clases sociales, a las que no llamaba clases pero no importa: los oprimidos y los opresores. Y que había enemigos entre los que él consideraba amigos: (Tony) Blair, (Bill) Clinton y otros de la época.

Chávez se metía en todo laberinto que es como meterse en un hormiguero. En los teóricos, los políticos, los militares, los personales; un tipo eruptivo. De cada laberinto, lo importante es cómo salía. Él salía por la izquierda. La vida es una contradicción permanente que tú vas resolviendo por las buenas o las malas. La vida no es más que la suma de contradicciones que resuelves o no resuelves.

Yo la hice con el placer de casi autorretratarme, pero él era militar y yo era militante civil. Él aprendió lo que pudo en los libros y en la vida militar, que es muy limitada. En la vida civil, tú estás enfrentado a los poderes públicos, desde el diario que miente, hasta la Policía que te pega y el Ministerio que te engaña. El militar enfrenta un poder público. El poder de la corrupción o la violencia de las fuerzas armadas. Entonces Chávez tuvo una formación limitada; yo la tuve más completa con una ventaja intelectual, que es que me formé en el marxismo. Chávez picoteó marxismo.

Hugo Chávez era de “la tercera vía” y creía que se podía. Eso es perdonable en él porque no tuvo una formación política previa. No es comprensible en quien se haya formado en el marxismo. Chávez pensaba que el capitalismo era reformable, como dijo Cristina (Fernández de Kirchner), como ha creído Lula, que el capitalismo es humanizable. Llegaron a 60 años y, como dicen los campesinos, el loro viejo no aprende a hablar, porque ya cuesta romper. Duele romper con lo que crees y creer lo contrario, por eso a Cristina le costó tanto lo de la Ley del Aborto.

Yo quisiera a Fidel (Castro), a Lenin, a Trotsky, no a Chávez. Chávez es incompleto. Yo describo el Chávez que fue, no el Chávez ideal que yo tengo en la cabeza o que la Derecha tiene en la cabeza. Todo el que vivió de ilusiones, terminó mal.

Fuente: El Café Diario

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Preocupación y angustia entre los artesanos del SUARA

El día miércoles 16 de enero, fueron recibidos por  FeTIA, (Federación Trabajadores de Energía, Industria, Servicios y Afines), un grupo importante de afiliados a Suara (Sindicato Único de Artesanos de la República Argentina), quienes expresaron su preocupación y angustia por la realidad que están viviendo en San Telmo, calle Defensa, debido a decisiones del Gobierno de la Ciudad, ven peligrar su fuente de ingresos.

Teniendo en cuenta la grave situación que atraviesa el sector en particular y la clase trabajadora en general, coincidimos en arbitrar todas las medidas necesarias y avanzar hacia una solución del conflicto planteado y ratificamos nuestro apoyo a ese justo reclamo. Leer más

MARCHA DE ANTORCHAS CONTRA EL TARIFAZO: Declaración de las organizaciones convocantes

El 19 de abril del año pasado, cuando convocamos a la primera Marcha de las Velas contra el Tarifazo, dijimos:

“Esta política del Poder Ejecutivo en lo referente a precios y tarifas de luz, gas, agua y cloacas, sumada a la liberación de los precios de los combustibles, comportan un intencional desconocimiento del papel del Estado como garante de los derechos de los usuarios. Y ello sólo puede explicarse en la determinación gubernamental de favorecer a las grandes empresas vinculadas a la oferta de servicios públicos. Es que mientras en los hogares de los jubilados, de los cesanteados, en las casas de todas y todos los que viven de su trabajo y no del trabajo ajeno, tienen que elegir entre un plato de comida o pagar la luz, los Aranguren, los Caputo, los Dujovne y todos los que tienen sus capitales en las guaridas fiscales, suman ganancias y beneficios con cada aumento de tarifa.”

Y luego agregábamos que: “Sin embargo, no sólo quienes viven de su sueldo padecen esta política del tarifazo. Las cooperativas, empresas recuperadas y, en general, las pequeñas y medianas unidades productivas y de servicios –que son las que emplean el mayor número de mano de obra en nuestro país- ya no pueden hacer frente a las facturas. El aumento desproporcionado del precio de los servicios impacta directamente en la estructura de costos de estas unidades de capital nacional, pero también lo hace de modo indirecto en aquellos sectores con altos eslabonamientos productivos como cemento, químicas básicas, celulosa y papel, textil, etc., provocando un efecto cascada en toda la estructura productiva.”

Ya por entonces, la situación era dramática, por lo que no dudamos en exigir que: “Las tarifas aprobadas hasta el presente no se apliquen por un año, contado a partir del 1° de enero de 2018, debiendo retrotraerse a los valores vigentes al 31 de diciembre de 2017 y que se proceda a la devolución de los importes excedentes mediante descuentos en las facturas pendientes o subsiguientes.”

A nueve meses de aquellas denuncias y exigencias, este gobierno neocolonial no sólo hizo oídos sordos a dichos reclamos sino que, a la par de profundizar su política de entrega y subordinación a los dictados del gran capital financiero mundial, persiste en ahogar las economías familiares del pueblo trabajador con otro brutal aumento de tarifas y, a la par, condena al cierre a miles de pequeñas y medianas empresas.

En efecto, los anuncios oficiales dan cuenta de que habrá un aumento del 40% en promedio para colectivos y trenes. Así, en marzo, el boleto de colectivo llegará a $18, mientras que el de tren alcanzará los $12,25. El subte subirá a $21 en abril, mientras que los peajes de ingreso a la Ciudad de Buenos Aires costarán, en promedio, $65
Las tarifas eléctricas, por su parte, tendrán un aumento del 55% con parciales de 26% en febrero, 14% en marzo, 4% en abril y 4% en agosto.

El agua alcanzará un aumento del 48% y el impuesto capitalino por alumbrado, barrido y limpieza será del 34%.

Estas cifras, que de por sí son abrumadoramente inalcanzables para la mujer y hombre de trabajo, en la práctica duplican la inflación oficial estimada para todo el año 2019, de tal suerte que la perversidad del gobierno de los ricos –aun para con sus ingenuos y honestos votantes populares- supera todos los límites.

Millones de horas de trabajo, creadoras de riqueza, son violentamente expropiadas en beneficio de una minoría voraz, autoritaria y entreguista. Nunca como ahora los bancos han amasado fortunas. Nunca antes las grandes empresas transnacionales han obtenido lucros gigantescos. Jamás la Argentina había alcanzado semejante endeudamiento externo que, como es sabido, compromete el futuro y la esperanza de las generaciones venideras.

Estamos frente a una fracción rapaz de la clase dominante que, incluso, no duda en disciplinar a sus antiguos socios en el bloque de poder con los mismos argumentos judiciales con los que persigue a una parte de la oposición.

Pero nosotros, mujeres y hombres de trabajo, no dudamos en afirmar que en este presente aciago en el que se juega la dignidad del pueblo del que orgullosamente nos sentimos parte, tenemos una alternativa.

Nuestra historia y nuestros mayores nos han enseñado que en los peores momentos, cuando todo parece sucumbir a la resignación, cuando el poder del revanchismo semeja una aceitada máquina de persecución y escarmiento y las propias fuerzas flaquean, allí, en ese instante, surge la voluntad indómita de quienes sólo sabemos vivir de nuestros salarios y no del esfuerzo ajeno.

De manera tal que, conscientes del poder que ostentan quienes buscan destruir nuestra capacidad de resistencia, convocamos a poner en la calle todas y cada una de la reivindicaciones más sentidas. No damos por agotada, con esta proclama, la protesta contra el tarifazo y el ajuste brutal. Al contrario, llamamos a realizar marchas en todo el país – como ésta que estamos haciendo ahora en la Ciudad de Buenos Aires y simultáneamente en Córdoba y Comodoro Rivadavia – y así lo haremos también el próximo 17 en Rosario y Santa Fe, el 24 en Mar del Plata, el 31 en Bariloche y el 7 de febrero en Mendoza.

Asimismo, hacemos un llamamiento a toda la oposición parlamentaria a aunar esfuerzos para impedir, desde el Congreso de la Nación, que este nuevo atropello se consume y obligar al Poder Ejecutivo Nacional a que dé marcha atrás con estas políticas de exacción del esfuerzo de millones y millones de argentinas y argentinos.

Que quede claro, entonces: no nos resignamos ni levantamos bandera blanca y seguiremos en las calles movilizados hasta derrotar la política del hambre y el ajuste. Decimos no a la reforma laboral. Decimos no a la reforma previsional. Decimos no al tarifazo. Basta de atropellos contra el pueblo argentino.-

CTA Autónoma-Frente Sindical para el Modelo Nacional– 62 Organizaciones-Movimiento 21F-CTA de los Trabajadores