CTA repudia DNU que elimina paritarias docentes

CTA repudia DNU que elimina paritarias docentes

“Todas las organizaciones que integran la FeTIA expresan su respaldo a la Ctera. Impulsaremos las acciones necesarias, inclusive a nivel internacional a través de la Organización Internacional del Trabajo y solicitamos que el presidente Mauricio Macri, el ministro de Trabajo Jorge Triaca y el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro intervengan para cesar esta actitud antidemocrática y persecutoria”, enfatizó Wasiejko.

Comunicado de CTA

La Mesa Nacional de la CTA repudia la decisión del gobierno nacional que a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 52/2018 modifica la composición de la mesa negociadora en la paritaria nacional docente violando flagrantemente la democracia sindical.

“La medida violenta el principio básico que indica que el gremio mayoritario del sector es el que ejerce la mayor representatividad en la paritaria nacional y, en un claro ejemplo de lo que implica la democracia sindical, estaban incluidos gremios que no superaban el piso del 25% de afiliados”, manifestó el secretario general adjunto de CTA, Pedro Wasiejko.

“Esta decisión, además de ser antidemocrática, violenta la Ley de Financiamiento Educativo a través de un decreto y es un claro ejemplo de una política persecutoria por parte del gobierno nacional a un gremio como la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina que ejerce el derecho de representar cabalmente a sus afiliados y es el sindicato docente mayoritario”, agregó Wasiejko sobre el gremio que representa a más de 420.000 trabajadores y trabajadoras de todas las provincias.

En tanto, el coordinador del Equipo Jurídico de la CTA, Héctor García, explicó que el DNU incumple los convenios 151 y 154 de la OIT y la Ley de Financiamiento Educativo. “El propio gobierno se permitió violar la Ley de Financiamiento Educativo no convocando a la negociación paritaria el año pasado, lo cual conllevó a que la CTA hiciera un planteo ante la OIT. En este caso, el propio Ministro de Educación, después de afirmar que este año tampoco iba a abrirse la paritaria nacional, casi provocativamente o de una manera inconcebible, reduce la integración de la Ctera que es el sindicato más representativo. En lugar de una representación proporcional adopta una representación uninominal, es decir con un sólo representante por sindicato integrando la comisión negociadora”. La misma está integrada por los gremios docentes Uda, Cea, Sadop, Amet y Ctera.

“En el caso de Ctera, el DNU viola el convenio 151 de relaciones laborales en el sector público y el 154 de negociación colectiva. Los dos serían aplicables en el caso de los docentes que están en negociación con el Estado que a su vez es empleador. Un empleador que abusa del poder del Estado para debilitar a las contrapartes en la negociación colectiva y esto es violatorio de la libertad sindical”, detalló García.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal fomenta la desafiliación de los docentes a los sindicatos con los que tiene que negociar. “Esto no sólo implica una violación a los convenios internacionales de trabajo sino que también entra a cumplir con el comportamiento tipificado en el artículo 158 del Código Penal en la medida que está interfiriendo como empleador en la sindicalización de los trabajadores docentes”, explicó el coordinador del Equipo Jurídico de la CTA.

“Creo que hay una verdadera campaña de descrédito de los sindicatos. El gobierno tiene una meta de inflación estrictamente severa que nadie puede creer, ni siquiera el Banco Central, con los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, en el transporte, el combustible. De ningún modo la inflación de 2018 va a estar cerca de la estimada, sino 8 ó 10 puntos por encima de la meta. Sin embargo, en materia de paritarias, esto lo ha dicho el Ministro de Trabajo, insisten en que no pueden acordarse aumentos por encima del 15%. Esto es una barbaridad, implica un recorte a los salarios, además de una intromisión en la negociación colectiva que debe ser libre y voluntaria, palabras literales de los órganos de control de la OIT, y de acuerdo a la Constitución Nacional que garantiza la autonomía colectiva. El Estado no puede interferir en los contenidos de los Convenios Colectivos de Trabajo y pretende hacerlo en el salario”, señaló García.

A su vez, Jorge Hoffmann, secretario General Adjunto de la CTA, afirmó: “Las denuncias ante los organismos internacionales de trabajadores hay que hacerlas pero no alcanza porque esta derecha está dispuesta, con este tipo de actitudes lo demuestra, a avasallar lo que sea con tal de aniquilar al derecho colectivo de los trabajadores”.

“No hay ninguna duda de que el DNU es impugnable desde el punto de vista de la legislación nacional. Esto es inconstitucional, no se puede modificar una ley por un Decreto de Necesidad y Urgencia cuando además no hay ninguna necesidad ni ninguna urgencia. Puede ser impugnado en función de los tratados internacionales y legalmente desde distintas perspectivas y distintos ángulos. Pero visto desde el plano político esto pone de manifiesto claramente cuál es el carácter de la derecha en la República Argentina. La derecha en Argentina decididamente no es democrática. No encontramos en el presidente una línea de pensamiento, de compromiso con estos grandes problemas que son los problemas de los pueblos. Estamos frente a una derecha que está poniendo de manifiesto su poca vocación democrática, su poco compromiso de convivencia y esto hace que el Estado de Derecho sea un Estado disminuido, que deja de ser garante como lo debe ser un Estado moderno en el marco de la democracia, y nos puede conducir a un precipicio cuyo fondo no podemos vislumbrar”, opinó Hoffmann.

La denuncias pertinentes serán presentadas ante la OIT tanto por la CTA de los Trabajadores como por la Internacional de la Educación, organismo que Hugo Yasky, secretario general de la CTA, preside en América Latina, y del cual Ctera es miembro a través de la participación de Sonia Alesso, secretaria general de la confederación docente.

“Todas las organizaciones que integran la FeTIA expresan su respaldo a la Ctera. Impulsaremos las acciones necesarias, inclusive a nivel internacional a través de la Organización Internacional del Trabajo y solicitamos que el presidente Mauricio Macri, el ministro de Trabajo Jorge Triaca y el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro intervengan para cesar esta actitud antidemocrática y persecutoria”, enfatizó Wasiejko.

 Hugo Yasky Secretario General CTA

Pedro Wasiejko Secretario General Adjunto CTA

Jorge Hoffmann Secretario General Adjunto CTA

Salario real

¿Apertura de paritarias?

Compartimos nota de Pablo Manzanelli (CIFRA/CTA) publicada por Página 12 el 27 de septiembre pasado en relación con los salarios reales golpeados por la inflación. La demanda El estudio de Cifra demuestra que la devaluación, la quita de retenciones y la suba de las tarifas provocaron el nivel de inflación más significativo desde las hiperinflaciones de 1989-1990, superando el 46 por ciento interanual en julio según el IPC 9 Provincias de Cifra. 

Tanto el paro de docentes y estatales como los anuncios de un futuro –y aún incierto– paro general se inscriben en un escenario de aumento de la desocupación y fuerte caída del poder adquisitivo de los salarios. Se trata de reclamos con sólidos fundamentos empíricos: más de medio millón de nuevos desocupados y una caída del salario real que solo es superada en términos históricos por las grandes crisis de la historia reciente del país.

En cuanto al empleo, los datos del Indec indican que la desocupación trepó del 6,6 al 9,3 por ciento entre el segundo trimestre de 2015 y 2016, lo que implica 598.010 trabajadores arrojados al desempleo si se proyecta la información de los aglomerados urbanos de la EPH al total del país. El Gobierno apela a la escasa confiabilidad de las estadísticas públicas anteriores para entorpecer la comparación, pero en rigor de verdad ese no era un indicador cuestionado, al menos en una magnitud considerable, y la pérdida de empleo es consistente con la recesión económica y fundamentalmente con la fuerte contracción de la industria y la construcción.

Por su parte, es indiscutible que los salarios reales se contrajeron considerablemente a pesar de que las negociaciones paritarias fueron superiores a los topes que quiso establecer el gobierno inicialmente. La devaluación, la quita de retenciones y la suba de las tarifas provocaron el nivel de inflación más significativo desde las hiperinflaciones de 1989-1990, superando el 46 por ciento interanual en julio según el IPC 9 Provincias de Cifra. Así, a pesar de la caída en agosto y eventualmente de la desaceleración en los meses que siguen, la inflación anual se ubicará en torno al 43 por ciento.

Aun sin considerar los salarios de los trabajadores no registrados y del sector público, la inflación provocó una contracción de los salarios reales en los trabajadores registrados del sector privado del 10,3 por ciento en julio de 2016 respecto al mismo mes del año anterior y se estima que el salario real anual caiga en torno al 7 por ciento en el año para el caso de los trabajadores registrados. Con la incorporación de los trabajadores informales en el cálculo la caída sería superior.

En ese marco, cabe el siguiente interrogante: ¿es la caída del salario real de una magnitud tal que amerite la reapertura de las negociaciones paritarias? Las evidencias empíricas indican que si se contrasta la caída del salario real de este año con las caídas desde la restauración democrática en 1983, la contracción salarial de 2016 solo es superada por las últimas dos grandes crisis de la economía argentina. Es decir, que este nivel de contracción no ocurría desde 2002, cuando implosionó la convertibilidad y el salario real cayó 18,9 por ciento. O hay que remontarse a la hiperinflación de fines de los 80 para observar reducciones superiores: caída del 20 por ciento en 1988 y del 14,5 en 1989.

Es indudable, entonces, que la magnitud de la caída del salario real en 2016 es significativa en términos históricos. Las organizaciones sindicales tendrán mayor o menor “paciencia” ante esta esta situación para activar los reclamos salariales, pero es un hecho que esta caída afecta significativamente a los trabajadores y que se trata, en línea con los intereses del poder económico, de una política central del gobierno como lo insinúa el ajuste salarial implícito en el techo del 17 por ciento que consta en el presupuesto de 2017.

* Investigador de Flacso y Cifra-CTA.