EN EL DÍA DE DEFENSA DE SALTO GRANDE SEGUIMOS RECLAMANDO UNA SOLUCIÓN A LOS CONFLICTOS QUE ATRAVIESA ESTA EMPRESA ESTRATÉGICA PARA EL PAÍS

Este 14 de mayo se conmemoró el Día de la Defensa de Salto Grande para recordar el histórico plebiscito que se realizó en 1995 que evitó la privatización de la represa.

A 28 años de esa histórica jornada, desde la Fetia junto a las trabajadoras y trabajadores de la empresa binacional y de Siatrasag, gremio que los representa, seguimos levantando la voz para alertar sobre la difícil situación que está atravesando hoy este complejo hidroeléctrico que es fundamental por lo que implica en términos de suministro y soberanía energética para nuestro país.

Desde hace ya más de dos años se están produciendo atrasos de los pagos de las partidas y el gobierno nacional está abonando un precio irrisorio a las hidroeléctricas binacionales por la energía que generan y la potencia disponible. Por otra parte, es altamente preocupante la situación que se produjo desde abril de 2021 cuando producto del retraso en los pagos se obligó a Salto Grande a realizar recortes y a consumir la mayoría del fondo de reserva creado por la resolución 1392/2010 de la Secretaria de Energía. Esto llevó a que entre abril y septiembre de 2022 el organismo deba recurrir a una economía de guerra, dejando de pagar a proveedores, lo que afectó gravemente la economía de la región, suspendiendo obras que ya estaban licitadas, postergando tareas de mantenimiento, atraso los salarios, incumpliendo en el pago de cargas sociales, obra social, seguro de explotación y muchas otras obligaciones. A pesar de todo estoSalto Grande continuó proveyendo de energía y estabilidad al SADI y se hizo cargo de medio país durante el último colapso parcial, del 1 de marzo pasado.

Cuando los Sindicatos se Yacireta y Salto Grande impulsaron desde la FETIA, la creación de la Mesa de la Hidroeléctricas Binacionales, fue para proponer dentro de la CTA de los trabajadores y trabajadoras, un ámbito de discusión de temas de energía y desarrollo.

Consideramos que es imprescindible preservar y sostener a las pocas empresas estatales que funcionan y son superavitarias. El desfinanciamiento de Salto Grande es evidente, los recursos que deberían estar asegurados por el articulo N° 37 de la ley 24.065, no llegan ni en tiempo ni en forma.