Mercosur y Venezuela
Llevo días leyendo diarios de Argentina y del mundo y veo un nivel de superficialidad o mejor dicho de intencionalidad política apuntando a condicionar la continuidad de Venezuela en el Mercosur.
Por supuesto que esto está alimentado por funcionarios de los países miembros, muchos de los cuales cargan enfoques ideológicos y denotan escaso o nulo conocimiento sobre el Mercosur y su funcionamiento.
Sorprende la falta de aparición de los cuadros técnicos de las Cancillerías que deberían estar tratando de orientar a sus gobiernos para que no avancen en las líneas opuestas a los intereses de sus países. Siempre sostuve que los procesos de integración no son neutros y en algunas cosas favorecen y en otras perjudican, particularmente en materia productiva y comercial.
Me toco ser parte inicial de las conversaciones para la incorporación de Venezuela al Mercosur en 2005 y continúe hasta mi alejamiento de CANCILLERIA a principio de 2011, o sea estuve casi todo el tiempo de las conversaciones aunque no llegue al momento de la incorporación definitiva a mediados de 2011.
Es fácil reconocer el potencial energético de Venezuela y las dificultades de países como el nuestro en esa materia sobre todo en etapa de expansión económica por lo tanto puede ser de una contribución muy importante a nuestro desarrollo. También es sabida las dificultades en la diversificación productiva y que es un fuertísimo importador de productos primarios o con medio o alto valor agregado que si aportan y pueden aportar más países como Argentina o los socios de Mercosur.
Son muchos miles de trabajadores manuales e intelectuales que participaron y pueden incrementar su trabajo con esta asociación. Les recuerdo hechos no palabras. De 2003 a 2011 pasamos de un comercio de casi cien millones de dólares a uno de casi 2500 millones. ¿Cuántos empresarios se beneficiaron con este comercio?
No planteo una política internacional desideologizada, solo pretendo que países como los del Mercosur que tenemos enormes posibilidades de complementación las aprovechemos en toda su magnitud.
He leído en estas horas que Venezuela quedaría sin voz si no aprueba los tratados pre existentes, eso dicho por algún funcionario Uruguayo fue reproducidos en medios de comunicación de todo el mundo, quiero interpretar que quiso decir que podría quedar sin voto ya que voz tienen todos los que integran el MS, sean socios fundadores o países asociados.
Veo que Venezuela dudó en adherir al Acuerdo de Complementación Económica numero 18, base comercial de MS. Grave error ya que reducir aranceles en el comercio entre nuestros países ayudaría a abaratar y proveer insumos y productos hoy vitales para Venezuela. Sé que esto ya fue revisto y por lo tanto se supera una excusa importante para los que quieren a Venezuela afuera de MS.
En cuando al centenar de normas que le falta a Venezuela interna ligar, le recuerdo a los pases miembros que casi todos tienen entre cincuenta y ochenta normas no internacionalizadas y es lógico que esto ocurra ya que hay tiempo de análisis y tiempos parlamentarios para poder hacerlo.
En definitiva debe quedar claro que hay nuevos gobiernos, de nuevas y viejas derechas que no quieren a Venezuela dentro de Mercosur, así como están demorando la incorporación de Bolivia que solo depende ahora de que el Parlamento Brasileño apruebe el tratado. Esto es así ya que si de intencionalidad política hablamos, Venezuela y Bolivia con gobiernos de izquierda y Uruguay gobernado por el Frente Amplio estarían expresando otro equilibrio en el proceso de integración regional.
Por Eduardo Sigal – Vice presidente Frente Grande, ex subsecretario de integración económica de Cancillería Argentina.
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