Lejos del sindicato

LA ESTRATEGIA DE LAS TELEFONICAS CON SUS TRABAJADORES
El 9 de marzo de 2009

En 1990, antes de la privatización, ENTel. tenía más de 43 mil trabajadores. Hoy, entre Telefónica y Telecom no superan los 20 mil.

– Por Natalia Aruguete (F) [1]

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Pierbattisti: “El capital desglosa cada cuerpo en función de competencias”.

Al momento de ser privatizada, en 1990, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel) tenía más de 43 mil trabajadores. Hoy, entre Telefónica y Telecom no superan los 20 mil. De éstos, menos del 30 por ciento son ex ENTel, explica el investigador Damián Pierbattisti* [2], autor del libro La privatización de los cuerpos, en diálogo con Cash.

¿Cómo caracteriza la relación que se construyó entre Telefónica de Argentina y sus trabajadores, a partir de la privatización de ENTel?

–Existía una identidad impuesta, negativa hacia los trabajadores del Estado y valorada hacia quienes presentaban los atributos que deseaba el capital. Esta contraposición identitaria jugó un papel fundamental para poder construir una nueva cultura laboral de empresa privada sobre el fondo de una cultura estatal. Esa confrontación entre “viejos” y “nuevos” cumplió un rol de neutralización política de los trabajadores del Estado, al punto de desarmarlos moralmente para llevar cualquier tipo de lucha.

¿Cómo analiza el mecanismo de examen en el tránsito de empresa pública a privada?

–El examen es una técnica congruente con lo que en management se conoce como el “modelo de las competencias”. El capital desglosa cada cuerpo en función de competencias, saberes y conocimientos, que se personifican en la teoría del capital humano. Que un cuerpo presentara la capacidad para la reconversión –demostrara el deseo y la voluntad de reconvertirse– le posibilitaba ser reconvertible y conservar su puesto de trabajo o promocionar. La técnica del examen funcionó para seleccionar cuerpos empleables en función de la nueva cultura laboral. Esta táctica, acorde con los nuevos parámetros productivos que imponía Telefónica, también era congruente con el objeto de mantener a los que ingresaban lo más lejos posible del sindicato.

En este marco, ¿qué rol cumplieron los cursos de capacitación?

–No consistieron en absoluto en capacitar a la gente técnicamente. El objetivo era instalar un cambio de paradigma, socializar la filosofía de la empresa. Son una fuente inagotable del poder disciplinario en nuestra sociedad. Identifiqué una serie de mutaciones del tránsito de una cultura estatal a una privada: se pasó de la noción de “usuario” a “cliente”, de “compañero de trabajo” a “cliente interno” o “proveedor interno” y, luego, de “trabajador” a “colaborador”. En este marco, los cursos de capacitación eran la manera de imponer una identidad y cultura del trabajo vinculadas con el objetivo final: incrementar sensiblemente la productividad.

¿Qué orientación tuvieron las innovaciones tecnológicas?

–La innovación tecnológica, que se da sobre un fondo de crecimiento sensible del desempleo, se construye sobre un discurso vinculado con la supresión de empleo. También se relaciona con el enorme peso que tuvo el dispositivo de poder del capital para construir la base material de su ofensiva: el aumento del desempleo y la flexibilización de la fuerza de trabajo, que desregulaba el ingreso o egreso del mercado laboral.

¿Cuántos ex ENTel quedan en las telefónicas?

–Entre Telefónica y Telecom se calcula que no más de un 30 por ciento. Según fuentes sindicales, no superan los 6000. Y había 43/45 mil al momento de la venta de ENTel. A partir de la crisis del Tequila, en 1995, se pasa de los retiros voluntarios a los retiros voluntarios inducidos.

¿Cómo impactó esta reconversión cultural en los trabajadores?

–No hay mucho registro. En términos subjetivos fue devastador, al punto que esta investigación me llevó a pensar que la escisión entre cuerpo y aparato psíquico deja de existir, porque muchos trabajadores hicieron pasar por el cuerpo situaciones subjetivas que involucraban la normalización de un sufrimiento extraordinario. También fue terrible para los nuevos trabajadores, que debieron normalizar parámetros de productividad sobre el fondo de una amenaza de despido, por no cumplir con los parámetros productivos impuestos por el capital. La empleabilidad es la cristalización jurídico-política de que no hay nada que garantice la reproducción de las condiciones materiales de existencia a partir del trabajo asalariado.

¿Qué orientación tomará su investigación a partir este libro?

–Vengo leyendo con minuciosidad a los neoliberales. Estoy interesado en la teoría del capital humano. Aquí está la clave del desarrollo capitalista: en el aumento de la magnitud del capital constante en detrimento del capital variable está la clave de cuáles serán los cuerpos reclutados para manejar las nuevas tecnologías. No en vano hay una preocupación por la educación y la salud de los trabajadores desde hace un tiempo.
notes:

[1] pagina 12 – http://www.pagina12.com.ar/diario/s…

[2] Doctor en Sociología de la Universidad París I-Sorbonne. Investigador UBA-Conicet.