ANGÉLICA JIMÉNEZ, DE IG METALL, EN LA FACULTAD DE SOCIALES: EL IMPACTO DE LA DIGITALIZACIÓN EN LA PRODUCCIÓN Y EN EL MERCADO LABORAL Y EL ROL DE LOS SINDICATOS.

Las características del mundo del trabajo hoy, el impacto de la digitalización en la producción y en el mercado laboral y el rol de los sindicatos en el nuevo escenario fueron algunos de los temas de los que habló Angélica Jiménez, de IG METALL – Confederación Sindical Metalúrgica alemana-, en una charla debate en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Participaron trabajadores, dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Industria, Servicios y Afines (FeTIA), investigadores y estudiantes. La actividad estuvo organizada por la Fundación Friedich Ebert Stiftung (FES) y la Facultad de Sociales el viernes 24 de mayo.

Para Jiménez, quien es responsable de América Latina en el Departamento de Política Sindical Transnacional de IG Metall, el mundo actual es cambiante, se encuentra en plena transformación tanto a nivel producción como en lo que se refiere a la organización del trabajo. Los procesos de digitalización, explicó, van a abrir campos de comunicación entre la academia y los sindicatos para definir en qué dirección se deben formar a los futuros técnicos.

Uno de los primeros desafíos de esta nueva etapa fue realizar un diagnóstico de la situación actual. «La primera sensación fue que se iban a perder millones de puestos de trabajo, pero no es tan así. En el caso de la producción directa, va a haber otro proceso de automatización, de robotización y acumulación de datos. Sí se va a producir una transformación importante en la organización del trabajo. Surgieron varios proyectos para investigar cómo está cambiando la producción», señaló. Y agregó: «Habrán algunas profesiones que desaparecerán, pero habrán también profesiones nuevas que surgirán. Eso va a generar una necesidad de capacitación muy grande, los trabajadores tendrán que estar dispuestos a capacitarse con una formación básica pero que sea complementable con otros cursos o formaciones adicionales. Tendrán que ir adaptando su capacitación y empleabilidad para los futuros cambios», advirtió.

En ese nuevo contexto, los sindicatos «deberán procurar que los trabajadores tengan acceso a una formación de calidad, que los nuevos sistemas de producción no dañen la salud de los trabajadores, sobre todo la salud psíquica, que con los nuevos sistemas tecnológicos sea el ser humano el que siga determinando el ritmo de trabajo y no la máquina la que obligue al ser humano a llevar un ritmo determinado. Otro de los desafíos para los sindicatos es ver qué pasa con los datos que generan los trabajadores en el proceso productivo, quién los recopila, qué se hace con ellos, cómo guardar la privacidad de los trabajadores y cómo garantizar que no sean controlados».

 

 

Otro problema que habrá que abordar con la digitalización tiene que ver con los límites entre el tiempo de trabajo y de ocio. Cómo las nuevas tecnologías se meten en la vida de la gente y se difuminan las fronteras entre el trabajo y la vida familiar. Un empleado de mantenimiento en lugar de ir a la fábrica a buscar las órdenes de reparación que debe realizar durante el día, ahora las recibe en su celular. «Si mira su dispositivo durante el desayuno, ¿está trabajando? ¿está en su tiempo familiar? Horarios de trabajo extensos, la disponibilidad para que la empresa llame o asigne trabajo en cualquier horario, que no se pueda delimitar “ahora me dedico a mi familia, ahora me dedico a trabajar”. Ese es un gran peligro, que el trabajador se vaya quedando aislado y no tenga conexión con los otros compañeros de trabajo y vaya perdiendo un poco la conciencia de pertenecer a un colectivo. Ese también es un problema serio», explicó Jiménez.

 

 

Y concluyendo su exposición, Angélica Jiménez agregó que están debatiendo internamente como queremos posicionarnos como sindicato, cómo confrontar con estas nuevas evoluciones que se están produciendo en la empresa y al mismo tiempo enviando mensajes hacia la opinión pública, hacia la política y los empresarios diciendo que estamos convencidos que es necesario una transformación de la producción que sea más respetuosa con el medio ambiente, que las transformaciones de la producción, tienen que ser social y ecológicamente justa, que estamos de acuerdo con que la tecnología no la vamos a parar, pero ni un proceso ni el otro se pueden hacer a costa de los puestos de trabajo ni a costas de los trabajadores y por eso el 29 de junio se realizará en Berlín una gran movilización enviando ese mensaje: “toda la transformación que se va hacer en el mundo de la industria y del trabajo solo puede hacerse con nosotros, tiene que contar con los sindicatos, que no se haga a costa de nosotros sino contando con nosotros” concluyó.

Luego vinieron las preguntas y el debate*.

Pedro Wasiejko, secretario general de la FeTIA, opinó que “En Argentina esta etapa de digitalización y estos nuevos formatos de trabajo se dan de una manera muy desordenada y de la mano de las grandes corporaciones que aplican estas tecnologías, las .com, las empresas tipo Uber, Apple, Amazon, Google, que lo implementan sin ningún tipo de restricciones. Y nuestro país, con un gobierno como el de Mauricio Macri, es un paraíso para este tipo de empresas. Los ciudadanos son meros consumidores y ese es un desafío muy grande, que nos obliga a ver cómo enfrentamos esta situación», explicó.

En relación a la producción de datos, Wasiejko también señaló que no pueden ser propiedad exclusiva de las empresas que muchas veces los obtienen incluso de forma irregular o indebida. «En algunos casos no cuidan ninguna norma ética de la libertad y de la privacidad de los ciudadanos. Los datos tienen que ser propiedad del Estado. Ese es un gran desafío porque hoy los datos son un insumo. Son como el petróleo, el oro, el trigo, la soja. Hoy la producción de datos es un insumo estratégico».

Por último y respecto al rol de los sindicatos en Argentina, el Secretario General de la FeTIA señaló que los gremios están tomando el desafío, aunque advirtió que están algo atrasados en el tema. «La estrategia de organizar a los trabajadores en este tipo de empresas nuevas con la fórmula típica, con el modelo sindical tradicional, va a producir una situación que lleva a un callejón sin salida. El modelo tradicional para poder enfrentar este tipo de iniciativas tiene profundas limitaciones. Se necesitan organizaciones fuertes. La estrategia de la FeTIA tiene que ver con eso, con desarrollar una representación de los trabajadores con el suficiente poder y capacidad de organización en ese tipo de empresas. Hoy un sindicato no solamente tiene que ser declamativo, sino que tiene que ser efectivo a la hora de resolver los problemas de sus compañeros», aseguró.

 

 

*Próximamente subiremos el video completo.

 

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