JUAN BLANCO BLANCO (CCOO) CON LA FeTIA.

El martes pasado, 20 de mayo en nuestra habitual reunión virtual semanal, tuvimos como invitado  a Juan Blanco Blanco, Secretario de Acción Sindical Internacional de CCOO de España. Un invitado de lujo sin duda, al igual que los invitados extranjeros que lo precedieron, cuya intervención nos permitió tener un panorama general y profundo desde la perspectiva de un dirigente internacional del sector industrial del sindicalismo europeo. Dada la riqueza y claridad de su exposición la hemos transcripto prácticamente toda.

 

“Voy a hablar de lo que está sucediendo en este contexto mundial de la pandemia del coronavirus y su impacto en el conjunto de la vida social, política y económica en Europa, un poco especialmente en España, pero me voy a referir al caso europeo.

Los sindicatos, las federaciones de la industria europea, estamos teniendo un impacto bastante intenso por lo que intercambiamos periódicamente las valoraciones que tenemos sobre ello. Hoy hemos tenido un encuentro de dos horas y media con el gran sindicato alemán de la industria, el IG Metall, para compartir el análisis que tiene el sindicalismo de clase europeo en este momento y lo que esperamos para el futuro.

Quería adelantar varias cuestiones que compartimos por la preocupación en este momento duro de la pandemia: el impacto sanitario en Europa está siendo muy fuerte, de manera especial en el Sur de Europa, hay un número de infecciones considerable que ha puesto de manifiesto un hecho que era poco imaginable en el conjunto del mundo para esa parte, teóricamente afortunada del planeta, que es la Unión Europea y es que con el volumen de infectados ha habido una crisis sanitaria aguda. Es decir, los sistemas sanitarios de los Estados de Bienestar desarrollados en la Europa Occidental, se han visto atenazados y desbordados por la pandemia.

Las camas de los hospitales, las UCIs (Unidades de Cuidados Intensivos) para atender la enfermedad, y un elemento muy importante, la salud de los propios profesionales de la sanidad, de lxs médicxs, enfermerxs, etc, ha naufragado en esta situación, con lo cual ha venido a poner de manifiesto el que unas décadas de políticas privatizadoras, de la austeridad, a partir de la crisis, muy especialmente de 2008-2010, en Europa, ha puesto contra las cuerdas al sistema de garantía de la salud pública, algo inimaginable en Europa.

Sé que no es fácil ejemplificarlo saltando el Océano Atlántico, pero aquí se ha presumido mucho y hemos presumido mucho de los mejores sistemas de bienestar social que se han visto quebrados en 35 días de impacto de una crisis sanitaria profunda. Esto ha llevado a que, fundamentalmente el sur de Europa, Italia, Francia, España, muy poquito Portugal (que ha tenido un impacto mucho más leve afortunadamente), hayamos acusado de una manera muy especial todo este proceso infeccioso, pero también en el Norte de Europa. Por ejemplo, algunos países como Gran Bretaña, Inglaterra, se han visto sumidos en una crisis sanitaria bastante caótica, sobre todo dirigido por una derecha neoliberal que no solamente había privatizado el conjunto de los servicios públicos, sino que además priorizó políticamente la aparente dicotomía, la aparente disputa de prioridad entre la salud y la economía.

El caso británico pone de manifiesto, a nuestro entender, y hoy los compañeros del sindicalismo alemán también lo reconocían así, que no hay tal dicotomía, que no hay posibilidad de salud económica sin salud sanitaria, y que por tanto las políticas de los gobiernos conservadores europeos, de la derecha de Austria, Gran Bretaña, Hungría, Holanda, que han priorizado la economía por delante de abordar la crisis sanitaria, hoy se encuentran en una situación calamitosa, de dificultades profundas. Es algo que nos viene a mostrar al sindicalismo europeo en general, que no hay una frontera nítida entre las condiciones de la salud pública y de las condiciones sociales y políticas de salud y las perspectivas económicas, porque si la crisis sanitaria cunde, las estructuras de asistencia y de bienestar social colapsan, no existen condiciones mínimas para una reconstrucción económica a partir de esta crisis.

No se puede esperar mucho de Europa

Yo decía el otro día en una reunión con compañeras y compañeros de otros países latinoamericanos, que no se podía esperar mucho de Europa y lo decía en el siguiente sentido. Una buena parte de los estados europeos depositamos en el proyecto de una unión política, económica y monetaria, toda una esperanza de estructura política, de capacidad de reacción económica por la igualdad, y por un desarrollo competitivo basado en la innovación y no en la opresión de los derechos, “buena parte del sueño europeo”, y en estos momentos la pandemia lo que está poniendo de manifiesto, es que no solamente en la crisis del 2008 la reacción europea fue muy flaca, muy pobre, y no consiguió más que aportar políticas de austeridad que nos llevaron a pérdidas de derechos y a situaciones económicas difíciles, sino que en este momento concreto, en Europa lo que hay es una reacción profundamente micronacional. Hay un retorno a los Estados nacionales en detrimento del espacio político común europeo y esto es un riesgo que además está muy impulsado desde la derecha más conservadora, incluso desde la regeneración de las extremas derechas fascistas, las nacionalsocialistas alemanas, las fascistas italianas, las franquistas españolas, etcétera.

Hay un renacer de un nacionalismo que piensa con aquel dicho de “cómo va lo mío, cómo garantizo  lo mío”. El enemigo siempre es el de afuera, el enemigo siempre es el otro.

Esto está potenciando la emergencia de fuerzas que confluyen, que son de diverso sentido. Hablando ayer con los compañeros de Bélgica, de Francia, y hoy con los compañeros de Alemania, todos coincidimos con que hay una confluencia entre fuerzas del populismo de la derecha, fuerzas de pensamientos absolutamente fuera de lo contrastable, de lo científico y están confluyendo en los valores que trata de emerger la extrema derecha clásica europea.

De principios del siglo pasado que nos llevó al traste (dos guerras mundiales y etc. etc.) en este momento tenemos el mismo riesgo impartido a lo largo de Europa. Frente a esto estamos viendo  una ligera reacción, impulsada desde dos palancas, dos pilares básicos. De una parte es la existencia en algunos países de coaliciones de gobierno que están priorizando abordar la crisis sanitaria e identificar qué recursos económicos de ámbitos europeos se requieren para la salida posterior de la crisis, y por otra parte un grupo pequeño de gobiernos de la izquierda que están priorizando la intervención directa sobre la crisis sanitaria y amortiguar el efecto sobre el mundo concreto del trabajo.

Y aquí son pocos los países, pero se están haciendo políticas de muchísimo interés. Es el caso de Portugal, de España, y es el caso más reciente, limitado, pero supongo que el compañero Stefano habrá comentado la semana pasada, el tema de Italia, y algún otro país, e incluso la propia coalición de gobierno alemana, donde participa la derecha conservadora, pero también la el Partido Socialdemócrata alemán,  están tratando de impulsar.

Esto se basa fundamentalmente en dos pilares nacionales y en una exigencia europea. Los pilares nacionales son los de construir con distintas dimensiones un especie de escudo social, protector, de la crisis inmediata y para ello, por ejemplo en el caso de España, se han habilitado dos mecanismos concretos. Uno es la de una figura en el mundo laboral, que son los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES). Esto es que, basándose en motivos de fuerza mayor como los que actualmente existen,  las empresas se pueden acoger a períodos largos, en los que se suspende la actividad laboral negociada y acordada siempre con los sindicatos en la empresa, para reducir el tiempo de trabajo de una parte de la plantilla para que otra parte de la plantilla esté inoperativa por las condiciones de salud, o del mercado, determinado por la fuerza de grado mayor. Y entre la empresa y el Estado, firmado por los sindicatos -hasta el 30 de junio-, se acogen a la garantía del 70% del salario neto de los trabajadores y las trabajadoras de esas empresas.

A su vez, se pone en marcha una iniciativa parlamentaria en la cual se incrementa el papel del seguro de desempleo, de la prestación económica por desempleo, para todas aquellas personas que pasen por esa situación, incluso para las personas autónomas que pueden recurrir a créditos sin intereses para estos períodos.

Fondo de Reconstrucción Europea

Estas son las prácticas de una parte, que están partiendo de posiciones concretas de los gobiernos de la izquierda en Europa, pero a su vez, lo que es una reivindicación del sindicalismo europeo, global, y de los partidos de la izquierda, es que estamos pidiendo la conformación inmediata de lo que se llama “Fondo de Reconstrucción Europea”. Consiste en que el Banco Central Europeo dote un recurso en tres momentos distintos por un total superior al de millón de millones de euros en las tres fases.

La primera fase sería: 500 mil millones  de euros para dirigirlos a subvenciones, no a créditos, no volver a incurrir en el error a nuestro entender, de la crisis de 2008, que fueron créditos con cargo a la deuda de los Estados y luego supuso  la necesidad de políticas de austeridad y “austericidio”, sino que sean unos recursos económicos de gran impacto, en no más de un año, en tres pasos distintos, pero para subvenciones, no para créditos sobre la deuda pública. Porque si van a la deuda pública, los Estados tienen necesariamente que hacer ese eufemismo del neoliberalismo, que se llaman los ajustes, que no es ni más ni menos que cargar la crisis sobre las espaldas de las clases más desfavorecidas como ya sucedió en el período 2008-2010.

Este es el planteamiento que en estos momentos mantenemos en Europa.

Hemos denotado también dos elementos claves y que en el sindicalismo europeo estamos discutiendo. Ya tenemos un primer borrador que lo vamos a tratar de trabajar durante las próximas semanas, dentro de IndustriAll de Europa, y es lo siguiente:

En Europa, lo que se acusa es también una gran dependencia de los insumos básicos. Ha habido una deficiencia de productos y de equipos básicos en los sistemas sanitarios, en los sistemas de atención a esta crisis, en general. En buena parte derivados de una fórmula concreta de la globalización, que es la externalización de producciones en la persecución estricta del máximo lucro, de la máxima obtención de beneficios y debilitando la capacidad central de generar innovación, y de generar productos de cercanía para la seguridad ciudadana, la seguridad en la salud, en la movilidad, en las condiciones de vida, trabajo y eso es una acusación bastante grave a la propia fórmula concreta de globalización que se ha dado, pero lo es también hacia el propio modelo industrial.

La estructura industrial, basada en grandes transnacionales de matriz europea, grandes transnacionales europeas, que han descentralizado, en cadenas de valor a lo largo del planeta, partes de sus procesos productivos, de todas sus redes de contratación, etc. y que plantean en estos momentos problemas muy serios. Además problemas que en el sindicalismo debemos discutir de manera abierta, porque son contradictorios para las organizaciones sindicales.

Existen cadenas de suministros, de sectores de la siderurgia, o el automóvil, donde la propia multinacional tiene una capacidad importante y pacta con los Estados esas cadenas, pero hay otros sectores de actividad, donde todo ese concepto de la cadena de valor, que yo lo dejaría en lo de “cadenas”, casi aludiendo a los filósofos de hace ya unos cuantos siglos, cadenas de cadenas, es por ejemplo, sectores como el textil.

En este momento, la situación es la siguiente. Las grandes marcas, propietarias de la grandísima industria del textil, tienen su sede central en Europa, Estados Unidos, Japón, en el 83% de los casos. El 83% de las marcas del textil, pertenecen a estas tres regiones del planeta. Tienen de mano de obra directa para fabricar sus productos, aproximadamente, el 4% de ella, es decir, el 96% de la producción de vestido, calzado y demás productos que resumimos en el sector textil, son cadenas de proveedores de las grandes marcas.

La situación que tenemos, por ejemplo, son los centenares de miles de despidos que está habiendo en la zona del sudeste asiático, donde se produce aproximadamente un tercio de toda la ropa que vestimos en todo el planeta. De mi propio jersey, de los vuestros, más de un tercio. Pero hablando con la oficina regional de IndustriAll de América Latina-Caribe, hemos estado haciendo algunas aproximaciones a los problemas de este sector y también del sector de componentes del auto, en toda la zona centroamericana. Son miles de empleos los que se están perdiendo de la subcontratación de las marcas americanas. Esto es un problema que nos tiene que llevar al sindicalismo internacional, a plantearnos la necesidad, que de cara a la perspectiva de salida de esta crisis, tenemos un desafío importante.

Creo que los sindicatos nos debemos mucho a nuestra afiliación y nuestra afiliación es nuestra gente cercana. Son las empresas en las cuales tenemos capacidad de influir de manera directa, pero también (si tenemos posibilidades)  con gobiernos políticamente sensibles a las materias sociales, a las materias de las relaciones laborales, como existe en este caso en España y también en Argentina; pero, para mí, no estamos sentados en buscar soluciones en el retículo nacional. Eso es muy importante y muy necesario, pero creo que una parte del desafío importante con el que nos vamos a encontrar, una vez que esta crisis de gran impacto en la salud la vayamos superando, será la de encontrar mecanismos de cooperación internacional, para el conjunto de las economías, para el conjunto de los sistemas productivos, pero también para el conjunto de nuestros derechos laborales.

Debemos estar preocupados desde España con lo que ocurre en la industria del neumático en la Argentina que son dos o tres grandes multinacionales, que tienen un volumen importante de empleos. Qué ocurre con las grandes marcas del automóvil europeas, que tienen su centro y su industria de componentes de autos, en países como las de las hermanas y hermanos de Argentina.

Creo que la dicotomía entre salud y economía es una verdad del neoliberalismo. Es uno de sus valores fuertes, y por tanto es uno de los engaños al conjunto de la humanidad.

No hay salud sin igualdad. No hay salud sin condiciones de vida dignas. No lo hay sin salarios dignos. No lo hay sin romper desigualdades como las que nos han llevado a vivir de manera tan desafortunada una crisis de estas características. No hay recuperación económica sin contar con quien está manteniendo, aunque sea tan duramente, en condiciones tan precarias, el actual pulso económico.

 

Otras ideas que dispararon las preguntas

En el tema del Fondo de Reconstrucción Europea. “La cuestión de abordar crisis, tan inimaginables como ésta, nos lleva a pensar qué nos ha pasado en la crisis anterior. En la crisis anterior, en el caso europeo, se constituyeron fondos para salir de ella, pero que eran créditos y el crédito genera deuda.

Por ejemplo, los países del Sur de Europa tenían porcentajes de deuda pública sobre el producto interior bruto entre el 60 y el 80% antes de la crisis. Cuando pasó la crisis tenían el 100% de deuda pública sobre el PIB, porque es una forma, por ejemplo, en el caso de España, salimos de la crisis perdonándole a los Bancos 60000 millones de euros. Los bancos recibieron el crédito, sanearon, dieron créditos para recuperar la actividad privada y cobraron los  intereses. Ha pasado la crisis y pasamos a tener casi 6 millones de desempleados en España, con lo cual cada desempleado lo que estaba haciendo era pagar una parte de los 60.000 millones de euros a los bancos, porque eran créditos.

Incluso ayer el gobierno francés y el gobierno alemán, asumían la necesidad que el Fondo de Reconstrucción en Europa, en este contexto, vaya dirigido vía subvenciones. Que no tengan un retorno con un tipo de interés y que no graven la deuda de los países, porque si los países se endeudan, entraríamos en lo que ahora mismo está sucediendo. Entraríamos en la necesidad de hablar de la política fiscal, de los impuestos, porque si nos vamos a endeudar más, el Estado necesitará tener más ingresos. Si tenemos que asistir la crisis, el Estado necesitará recursos para asistir la crisis y eso solamente se puede hacer aumentando los ingresos del Estado por la vía de los impuestos, la vía fiscal.

Gran parte de las manifestaciones que se están produciendo en las dos últimas semanas en Europa de la extrema derecha en la calle, con los símbolos fascistas de hace décadas, están impulsadas por el anuncio de que hay que hacer una reforma fiscal, para conseguir dos cosas: una, que cuando una empresa quiere acogerse a un expediente de regulación temporal de empleo, hay que verificar previamente que no paga sus impuestos en paraísos fiscales. Eso es algo que en España ha dolido, a la extrema derecha y al conjunto de la derecha. ¿Cómo el Estado va a subvencionar directamente a una empresa que cotiza en paraísos fiscales, que no paga los impuestos en el país?

Esto es algo muy importante. Las asociaciones empresariales deben tener esa perspectiva. Es una de las bases importantes para que en Europa sea viable plantearse un Fondo de Reconstrucción sobre las subvenciones. Que no sean créditos, pero que estén basadas en relaciones fieles, leales, y que por tanto, abandonemos el endeudamiento de los países y abordemos inversiones directas de estas características, con este tipo de Fondos de Reconstrucción Económica. Porque tienen todo ese calado. No es solamente para que no haya deuda pública de los Estados, es para que no haya estas prácticas que hacen inviable las reconstrucciones económicas, y hacen muy fácil el argumento de la derecha, de “todo el mundo va a lo suyo menos yo que voy a lo mío”.

Esa es la privatización neoliberal clásica, que ha imbuido a todas estas clases aparentemente medias que se pueden esconder las declaraciones de Hacienda, los tributos, porque no hace falta un Estado social.

Sin embargo las capas populares deberíamos ser las primeras en reivindicar eso, que sin impuesto no hay médicina, no hay enfermeras, no van a atender a nuestro padre, a nuestra madre, en la residencia de mayores con condiciones dignas. Para el sindicato es muy importante y lo es también para los centros de trabajo. No hay posibilidad de recuperación de la empresa sin un compromiso de la empresa. Nosotros somos los primeros en buscar  subvenciones para recuperar la actividad productiva pero en esos términos. Por ahí va un poco la idea que el sindicato trata de lanzar del sentido de Fondo de Reconstrucción Europea. Nos alegra además, que algunos gobiernos, incluso de la derecha, como el caso alemán o el francés, estén potenciando esto en el ámbito de la Unión Europea”.

Sobre el Teletrabajo

“Para la regulación del teletrabajo tenemos muy poquitos acuerdos, de carácter sectorial y algunos acuerdos de grandes empresas. Que hayamos impulsado una guía de estas características (http://fetia.org.ar/el-teletrabajo-vino-para-quedarse/), viene motivado precisamente por haber puesto en común con otros compañeros de otros países, en este caso lo hemos hecho con compañeros franceses y suecos, la necesidad de precisar condiciones para la negociación y llevarlo al ámbito de la negociación concreta su plasmación. Hay una petición en el Parlamento Europeo de Legislación de urgencia en Europa sobre el teletrabajo, pero llevará un tiempo. Vivimos de acuerdos concretitos. Nosotros además de la guía, lo que sí querríamos es haceros llegar también algunos convenios concretos, acuerdos específicos que regulan tiempo de trabajo, disponibilidades, productividad, etc, y que posiblemente van más allá de las condiciones de salud, ergonómicas, y  marcan algunas características como es algo muy importante en otras actividades como en el trabajo del sector de tecnología de la información y las comunicaciones, como es el propio concepto de tiempo y trabajo y su regulación. Qué capacidad tiene el propio trabajador para conocer su disponibilidad de tiempo de trabajo. No solamente qué disposición pone la empresa, sino cómo el trabajador puede medir su propio tiempo de trabajo.

Hay algunos acuerdos en el caso de Telefónica y en Hewlett Packard, creo que ha tenido otro acuerdo y que os haremos llegar por si son de actualidad para negociaciones concretas o para negociaciones.

Nacionalización de algunas empresas

Se le preguntó en relación a que en el marco de la pandemia, podría impulsarse en Europa la nacionalización de algunas empresas, por ejemplo empresas aéreas. ¿Qué hay de eso? ¿Estas políticas serían viables?

Blanco expresó sus reservas respecto a esto, “es verdad que se empezó a hablar de ello pero en principio apareció como una simple *publicidad*,  si bien ha ido cobrando otro sentido. Tenemos pendiente de comprobar si así será.  Últimamente quienes más han hablado de este tema son los gobierno alemán y francés, pero el gobierno alemán no ha movido una pieza en este especie de juego de ajedrez. Sí el francés que ha ampliado su capital accionario en varias empresas, fundamentalmente en empresas públicas, en las que el gobierno tiene un 15 o 20%. Han invertido para cubrir problemas de liquidez, pero también en previsión de inversiones inmediatas, por ejemplo es la línea aérea Air France, donde el gobierno aumentó su capital accionario.

Esto provocó que otras empresas plantearan al gobierno que se les aplicara el mismo tratamiento de manera muy directa para afrontar los problemas de liquidez. Otro ejemplo es Renault “ha invertido para fortalecer su cuota nacional, pero en paralelo ha declarado que esa compra de acciones apunta a que la reestructuración no afecte a las fábricas francesas. En estos casos la palabra nacionalización puede tener el sentido de fortalecer las estructuras nacionales, no necesariamente públicas, apuntando a un propósito más electoralista, porque Renault seguirá siendo mayoritariamente privada, podemos pensar que está comprando votos porque el discurso es “los franceses primero”.

Para Blanco no se están dando pasos serios. “No vemos políticas de nacionalización de cosas que se han privatizado… un ejemplo es el transporte en Alemana, que siempre ha sido un modelo de servicio, llevan unos años en que no anda tan bien y se retrasan los trenes, se habla de volver a nacionalizarlos, al menos una parte de la red de cercanía y esto sí sería interesante porque no nacionaliza para competir con nadie sino para garantizar un servicio público. Esta nacionalización no ha dado un paso más allá. En Europa, una de los sectores más privatizados son los de la sanidad, servicio que antes era público… Algunos gobiernos no necesariamente de izquierda, están empezando a impulsar la idea de fortalecer el sector público con inversión directa del Estado. Y esto tal vez lleve a la renacionalización de algunos servicios públicos como la sanidad y en el transporte, pero… sinceramente tengo muchas dudas”.

RIESGO DE EXPOSICIÓN AL COVID 19 ENTRE LOS TRABAJADORES DE FÁBRICA – LA IMPORTANCIA DE LOS COMITÉS MIXTOS DE SEGURIDAD E HIGIENE

El entorno de trabajo de fabricación (líneas de producción o montaje y otras áreas en plantas ocupadas donde los trabajadores tienen contacto cercano con compañeros de trabajo y supervisores) puede contribuir sustancialmente a exposiciones riesgosas para los trabajadores. El riesgo de transmisión ocupacional del COVID-19 depende de varios factores que en general son los mismos para toda la población pero son especialmente importantes en los lugares de trabajo.

Para nosotros hay dos axiomas irrefutables en cuanto a la seguridad y salud de los trabajadores en su lugar de trabajo: la prevención y el control por parte de los trabajadores: los Comités Mixtos de Seguridad e Higiene por los que la CTA de los trabajadores y la FeTIA vienen luchando desde hace mucho tiempo.

En la mayoría de los casos, las recomendaciones de prevención de infecciones de los trabajadores se basan en un enfoque que agrupa las acciones por su efectividad en la reducción o eliminación de peligros.

  1. Eliminar un peligro o procesos;
  2. Instalar controles de ingeniería; y
  3. Implementar prácticas apropiadas de limpieza, saneamiento y desinfección  para reducir la exposición o proteger a los trabajadores.

“Los controles administrativos, que son cambios en la forma de trabajar de las personas, también son una parte importante de un enfoque de prevención en estos lugares de trabajo.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades conocidos por su sigla en inglés CDC* recomiendan controles de ingeniería a configurar en entornos de trabajo de fabricación de modo que los trabajadores estén separados al menos 2 mts.

Modificar la alineación de las estaciones de trabajo, incluso a lo largo de las líneas de producción o ensamblaje, de modo que los trabajadores estén al menos a 2 mts. de distancia en todas las direcciones (por ejemplo, de lado a lado y frente a frente), cuando sea posible. Idealmente, modificar la alineación de las estaciones de trabajo para que los trabajadores no se enfrenten entre sí. Recomienda el uso de marcas y letreros para recordar a los trabajadores que mantengan su ubicación en su estación alejada entre sí y practiquen el distanciamiento social en los descansos.

Usar barreras físicas, como cortinas de tiras, plexiglás o materiales similares, u otros divisores o divisiones impermeables para separar a los trabajadores de fabricación entre sí, si es posible.

 

INFOGRAFÍA – Modelo aplicado en Corea.

*https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/guidance-manufacturing-workers-employers.html

 

COMITÉS MIXTOS DE SEGURIDAD E HIGIENE

Se hace evidente que las fábricas, deben crear un plan de evaluación y control de COVID.19. Y es aquí donde se hace imprescindible el CMSH, ya que la participación de los trabajadores es la única garantía de que los protocolos sean los correctos para cada situación y se cumplan tanto por la empresa como por los trabajadores.

En la Argentina sólo existe legislación al respecto en la provincia de Buenos Aires (abarca solo al sector público) y en la de Santa Fe, y en actividades puntuales como en la fabricación de neumáticos, el rubro telefónico y el metalmecánico, entre otros pocos.

En el caso del neumático, uno de los más adelantados, el convenio 636/11 firmado con la empresa Bridgestone, establece:

“Art. 48 – La empresa se compromete a continuar cumplimentando estrictamente las normas de higiene y seguridad vigentes, y las que se dicten en el futuro, teniendo como objetivo la preservación de la salud psicofísica de los trabajadores de la misma.

La empresa continuará desarrollando acciones permanentes de prevención de accidentes y de riesgos de trabajo mediante capacitación de los trabajadores, suministro de elementos de seguridad y mejora de los dispositivos de seguridad en los equipos instalados cuando ello resulte necesario a los fines de evitar hechos que afecten la seguridad de los trabajadores que los operen.

La empresa y la representación sindical constituirán, de acuerdo con lo establecido en cada anexo, una Comisión Mixta de Higiene y Seguridad, integrada por dos representantes sindicales de cada establecimiento, y representantes por la empresa con conocimiento en la materia. La Comisión Mixta se reunirá una vez por mes a fin de analizar las cuestiones vinculadas con el mejoramiento de la higiene y seguridad del establecimiento, condiciones de ambiente laboral, análisis de enfermedades profesionales y/o accidentes de trabajo.

Las empresas en la Comisión respectiva brindarán la información estadística necesaria para el funcionamiento de la misma. Lo actuado por esta Comisión y la información suministrada será de carácter estrictamente confidencial”.

En diálogo con el compañero de la Lista Violeta, Carlos Romero, -quien junto con Claudio Mendiata representan a los trabajadores en el CM en la planta de Llavallol-, nos dice que una semana antes de que la fábrica se reactivara el 15 de abril, ya ellos habían tomado contacto con los representantes de la Empresa para apurar un protocolo a implementar tan pronto se abrieran las puertas. “De inmediato empezó a trabajar un grupo de 36 compañeros de mantenimiento para el saneamiento de la planta y hacer las adecuaciones necesarias como señalización e información, y el comité comenzó a trabajar en el protocolo que enfoca las acciones en la prevención y el control”.  “La capacitación a todos los trabajadores es lo primero que hacemos”, dice Romero, “las características de la enfermedad, los riesgos, y la importancia del uso de los elementos de cuidado como barbijos y máscaras y los EPP. Se establecieron normas de distanciamiento social tanto en los puestos de trabajo como en el comedor, vestuarios y baños. El control de la temperatura es estricto para cada persona que ingresa a la planta y en este momento se cuenta con un container en el estacionamiento, bien acondicionado para cobijar eventuales casos de aislamiento provisorio.

También se acordó con la empresa disponer de transporte exclusivo para los trabajadores, para evitar el transporte público, “en este momento están trabajando 600 compañeros, más o menos la mitad del total de la planta, en turnos rotativos semanales,  es una tarea compleja organizar esto, pero el diálogo con la empresa es muy bueno así que podemos mejorar aún, pero el hecho de tener constituido el Comité Mixto y con experiencia, nos permitió abocarnos a la crisis de inmediato”.

Esta experiencia modélica pone en evidencia la necesidad imperiosa e ineludible de tener una ley nacional, vinculante, que obligue a la conformación de los Comités Mixtos de Salud e Higiene que actúen de forma permanente cuidando la salud de los trabajadores.

 

Aquí puedes ver y bajar el pdf del Protocolo Interno: Prácticas y Recomendaciones (CoVid-19) en Bridgestone.

Capacitación - Protocolo Interno rev2

ASIJEMIN no aceptó la reducción salarial y los sueldos se pagarán en su totalidad

Comunicado Institucional

 

La Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera de Argentina (ASIJEMIN) comunica que, luego de realizar muchas iniciativas de negociaciones colectivas con la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), nuestro sindicato minero, en conjunto con las delegaciones regionales de Patagonia, Cuyo y NOA resolvió no aceptar la reducción salarial de los trabajadores mineros del país.

Desde ASIJEMIN afirmamos y entendemos preocupadamente la situación económica que atraviesa el país por el COVID-19. Sin embargo, consideramos que las y los trabajadores mineros no deben ser el primer eslabón en recibir el costo de la crisis, a través de la reducción o baja del salario.

Nuestro sindicato está representado por profesionales mineros, que desde el primer día del inicio de la pandemia sigue desempeñándose y se adecuó a los nuevos puestos de trabajo, respetando los protocolos de prevención, sea en los yacimientos mineros (a través de guardias mínimas), como así también en el desarrollando sus actividades laborales de manera online, además de cumplir con la cuarentena obligatoria cuando se trasladan a otra provincia, su lugar de residencia.

Para ASIJEMIN, el trabajador es fundamental, por ello llevamos adelante todo tipo de diálogo para que su esfuerzo, dedicación y profesionalismo no se vea afectado en una de sus principales actividades de sustentabilidad como es el sueldo.

Por otro lado, afirmamos y, siguiendo con nuestra tarea de representación sindical, que los haberes correspondientes al mes de mayo se pagarán al 100% a cada trabajador profesional jerárquico, profesional y técnico perteneciente a la actividad minera.

En ASIJEMIN trabajamos día a día entre todos y todas, garantizamos compromiso e institucionalidad.

 

Marcelo Mena Muñoz

Secretario general

Comisión Directiva Nacional

Delegación Regional Patagonia, CUYO y NOA

Cuerpo de Delegados de Base

NOTA DE OPINIÓN: «INCERTIDUMBRE, ALGUNAS CERTEZAS Y UNA ESPERANZA»

Por Guillermo Carrera*

 

Una pandemia que generó gran incertidumbre a escala planetaria. Multiplicidad de respuestas que se debaten entre el reconocimiento de la gravedad o la desidia planificada (Darwinismo Social) y las dudas de cómo va a seguir todo, es el mundo en que vivimos hoy.

El capital concentrado afirma que no existen alternativas al Neoliberalismo, pero que su herramienta financiera respaldada por la 5ta Flota, el armamentismo nuclear, el bacteriológico o el lawfare sean el único argumento para retener su poder, significa que por lo menos su hegemonía está gravemente herida.  La tensión en la Eurozona y en los organismos multilaterales, la valorización del Estado y la planificación de la economía en países como Alemania y el intercambio comercial sin dólar como moneda de intercambio entre China y Japón, son indicadores más que elocuentes de la crisis Neoliberal.

El crecimiento de un nuevo bloque que cuestiona el orden actual, y la aceleración de las contradicciones al interior del Neoliberalismo por la impronta del Covid 19, son el marco donde se desarrolla la actual etapa.

El FMI respaldando nuestra posición en la negociación por la deuda pública. La OMS destacando nuestro manejo ante el Covid19. Merkel y su crítica a los ricos argentinos que no pagan impuestos. Rusia y su apoyo en la región. Cuba con sus médicos por el mundo. Y el emotivo recuerdo de Xi Jinping y las leyendas en la donaciones de instrumental para combatir el Covid 19 a nuestro país, “los hermanos sean unidos”, son señales más que elocuentes de los cambios que se avecinan.

Un abanico entre un cambio de época radicalizado o el retorno a sangre y fuego al mundo unipolar está en proceso. Un final abierto, pero con ciertas certezas, nos dejan vislumbrar una esperanza en la resolución de esta crisis.

 

Algunas certezas que tenemos los trabajadores:

* Es vital contar con un Gobierno que priorice la Vida por sobre los bienes.

* Tener un modelo de país inclusivo y un estado presente, garantes de equidad y justicia, para el logro de nuestros derechos.

* Cualquier camino es mejor que el neoliberalismo y este es el mejor momento para cambiar el modelo

* El capitalismo tiene matices que van desde el Neoliberalismo hasta el Estado de Bienestar, (No todo es lo mismo) y todos los perjudicados por él tenemos que unirnos más allá de nuestra pertenencia ideológica. (Si bien podemos afirmar que el “Estado de Bienestar” fue la respuesta del capitalismo a una potencial fuga de los países de su órbita de influencia hacia el comunismo, lo concreto es que para ello tuvo que distribuir y desarrollar un Estado presente que aún hoy sigue resistiendo en mayor o menor grado en muchos países de Europa y el mundo).

* Debemos pasar de la resistencia a la recuperación de derechos.

* Tenemos que ser parte central de la construcción de un Estado presente.

* Hay que construir las condiciones materiales y organizar y sincronizar las condiciones subjetivas y colectivas.

* Ni la historia ni el trabajo han muerto. (Disputar los beneficios de los avances tecnológicos, incluidas las actuales industrias 4.0. es nuestra responsabilidad)

 

Venimos de protagonizar más de 12 años de construcción de una experiencia antineoliberal única en el mundo, el sueño de la Patria Grande. Este hecho ayudó a debilitar la hegemonía de EEUU. Pero hoy, luego de un gran golpe “blando” (y no tanto) a escala regional, estamos en un nuevo escenario. Venezuela fue el único país que lo resistió y Argentina el único que volvió (por ahora) en un tiempo récord de 4 años.  Con la incorporación de México como aliado y la memoria reciente de la patria grande, estamos en condiciones de aportar lo nuestro para construir un nuevo mundo.

Argentina es un caso testigo para mostrar que es posible volver del neoliberalismo dentro de las reglas de juego del capitalismo y con la cancha inclinada y pelear por un Modelo Nacional y Popular de Dignidad y los trabajadores fuimos, somos y seremos parte de esta lucha.

Y como la lucha continúa, de lo global debemos bajar a tierra y pensar el paso a paso para materializar nuestra victoria. (Aclarando que todavía estamos en una etapa de “Reconstrucción” de la relación de fuerzas que nos permitirá definir el punto de partida y los alcances deseados).

Etapas de la cuarentena y su salida gradual (o flexibilidad regulada):

“El 22 de Mayo se tiene que definir el tema de la Deuda con o sin Default.” Y deben retomarse todos los temas postergados por el Covid19 para recuperar los derechos y reconstruir nuestro país. Sin default la salida va a ser más ordenada y gradual, con default va a ser más vertiginosa y en ambos casos va a incidir en los alineamientos regionales y globales.

Propuesta general para el día después:

Ley de medios o medidas para evitar el lawfare sobre el sistema político y el jurídico. Avanzar en la Reforma Judicial y en la liberación de todos los Presos Políticos y diversificar la palabra a los trabajadores (nuestra propia voz).

Además potenciar el resto de las acciones del Estado en el sentido de construir la Soberanía Política, Independencia económica y Justicia Social que a continuación se enumeran:

* Las ecuaciones monetarias y financieras deben estar controladas (Bancos).

* La inyección de liquidez (emisión, redistribución progresiva, etc.) debe ser aumentada. También ampliar su direccionamiento a más sectores necesitados.

* Recuperar el manejo de las empresas de energía y fijar tarifas “sustentables” para el bolsillo del pueblo y la producción (ecuación energética) (¿estatizar?).

* Revisar y corregir las actuales conductas empresariales fraudulentas e irresponsables.

* Garantizar Paritarias que permitan “recomponer” el poder adquisitivo del salario y la participación de los trabajadores en los protocolos por el Covid19.

* Las consecuencias negativas de la crisis, deben ser afrontadas por los pocos beneficiarios del saqueo y por los sectores con espaldas suficientes, acreedores, “el campo”, grandes fortunas, etc. (Ej. los Proyectos de la CTA y la FeTIA de imponer un impuesto a las grandes fortunas).

Tenemos conducción estratégica, Capitán de navío y el recambio necesario para garantizar la Victoria y sin perder el “Decoro”. Los trabajadores tenemos que aportar lo nuestro más que nunca.

En este sentido, la FeTIA-CTA se pone a disposición para colaborar con la organización y defensa de todos los trabajadores, formales, informales, de la economía popular, cooperativistas, precarizados o desocupados. Tenemos la herramienta adecuada, articulación a escala, experiencia y los cuadros y la historia para hacerlo.

En especial para estos momentos estamos en condiciones de aportar en temas referidos a Modelos productivos, Cadenas de valor Globales, industrias 4.0 y su relación con la Salud de los trabajadores y las Condiciones y medio ambientes sustentables.

Continuemos con la épica histórica del 2003 y el bicentenario. Que este 25 de Mayo sea nuevamente una fecha esperanzadora y a la altura de la demanda de estos tiempos.

 

*Sec. Adjunto FeTIA Regional Norte

EL TELETRABAJO VINO PARA QUEDARSE.

Esta afirmación ya es una expresión común entre nosotros y así es, el teletrabajo se consolida, empujado por el COVID-19. Decíamos días atrás que debíamos profundizar en este tema para poder intervenir, rápido y bien, única manera de garantizar que la nueva modalidad que permite la tecnología no vaya en contra de la salud y el derecho del trabajador/a. Aportando a este debate, acercamos la Guía para su negociación e implantación que CCOO de España (Comisiones Obreras) ha realizado para sus afiliadas y de la cual podemos extraer enfoques y orientaciones que pueden sernos muy útiles.

 

Como dice la guía en su introducción: “Se trata de asimilar que esta pandemia ha provocado una serie de cambios en el sistema de relaciones humanas, sociales y laborales, que serán necesarios regular e implantar de manera consensuada, si no queremos que los riesgos y desventajas de este sistema se vean acentuados. Así, podremos evitar en un futuro que situaciones como las vividas nos “pillen por sorpresa”.

 

Mañana, es nuestra habitual reunión virtual de los martes, participará Juan Blanco Blanco, Secretario de Acción Sindical Internacional en CCOO. Será una interesante oportunidad para escuchar su experiencia sobre este y otros temas de actualidad.

 

“Teletrabajo. Guía para su negociación e implantación”.

200517 GUÍA TELETRABAJO CCOO DE INDUSTRIA

 

LA FETIA CELEBRÓ SU REUNIÓN VIRTUAL SEMANAL

La Comisión Nacional ampliada de la FeTIA continuó el martes 12, con su agenda de reuniones pautadas en el marco del aislamiento social y preventivo por el coronavirus.

Contó, como en anteriores oportunidades, con la participación de dirigentes sindicales de otros países, en este caso se trató del encargado de la oficina internacional de la FIOM-CGIL*, Stefano Maruca. Pedro Wasiejko dio por iniciada la reunión presentándolo y acto seguido, Maruca inició una intervención muy rica -que dio lugar a preguntas en un amplio espectro de temas-, de la que extraemos solo los aspectos más relevantes.

Stefano, luego de referirse a las consecuencias provocadas por coronavirus en su país, hoy prácticamente circunscripto a la región Norte, abordó el tema económico agravado después de dos meses de inactividad productiva. Desde fines de abril los sectores industriales están comenzando a trabajar, no en su totalidad ya que el respeto a los protocolos no lo hacen posible. De aquí a fines de mayo tendría que estar bastante normalizado, dependerá de la región, pero la situación económica está muy comprometida. La caída económica anual se calcula en un 9% de PIB y la caída de la producción productiva desde febrero hasta marzo fue del 28%.

¿Qué hizo el sindicato? En la primera fase, si bien la mayoría de los lugares de trabajo no estaban activos, hubo algunos que siguieron trabajando, de modo que la fuerte preocupación por las medidas preventivas llevó a algunos de ellos a recurrir a la huelga para lograr que las empresas tomen las medidas de seguridad necesarias y hasta, en algunos casos, a paralizar la actividad en aquéllas que no eran esenciales. Se logró firmar –el 14 de marzo-, un protocolo con las empresas quienes de comprometían a aplicar las medidas y acciones necesarias para cuidar la salud e impedir los contagios de los trabajadores. Este protocolo luego fue incorporado a un acuerdo con el gobierno quien –con fuerza de ley- estableció a fines de abril, para la 2ª fase, el compromiso de garantizar las medidas de seguridad y prevención en cada lugar de trabajo, las que recaen en un comité específico (dos representantes de los trabajadores y dos de salud y seguridad) que debe constituirse en cada empresa y si no es posible, en cada región. Taxativamente la ley expresa que si este protocolo no se cumplehay que parar la actividad productiva”.

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El gobierno asume parte de los costos de la paralización de la actividad pagando una parte del salario, tanto a trabajadores registrados como informales. Cubre, afirma Stefano, a “casi todos los trabajadores”  y en este marco están prohibidos los despidos. Este acuerdo alcanza hasta el 30 de junio y el sindicato está presionando para que se extienda hasta diciembre, ya que prevé que con la caída de la economía las empresas comenzarán a despedir.

Ahora el sindicato está comprometido no solo en la supervisión en los lugares de trabajo, sino en defender los puestos de trabajo, defender el derecho de los trabajadores y cuidar de los mismos en el nuevo escenario, particularmente en el “trabajo en casa” (teletrabajo) en cuanto a la organización del horario de trabajo, turnos, condiciones, etc. Y muy atentos al tema de los despidos así como a que el aporte en dinero del gobierno llegue a todos los beneficiados, ya que por razones burocráticas no está sucediendo.

Luego de las preguntas y aclaraciones, se dio espacio a la intervención de otro invitado, Pablo Manzanelli, integrante de CIFRA/CTA quien forma parte además del equipo que asesora al bloque de diputados en el proyecto de impuesto a las grandes fortunas. Precisamente sobre este tema es que enfocó su intervención Pablo, luego de enmarcarlo en la cuantiosa inversión que tuvo que hacer el gobierno para enfrentar la pandemia teniendo en cuenta la profunda crisis que dejó Macri (caída del 4% del PBI) y la enorme deuda que condiciona al país.

Estas medidas de contención y ayuda abarcaron un amplísimo espectro de sectores y situaciones, llegan al 3% del PBI (equivalente aprox. a 11 mil millones de dólares), deberían profundizarse y ampliarse, pero ¿cómo se financian estas medidas? En este marco es que surge el planteo desde la CTA de los trabajadores y de distintas organizaciones sociales y políticas la necesidad de un imponer un impuesto a las grandes fortunas. El proyecto de la CTA plantea la creación de dos impuestos extraordinarios, uno a las personas físicas, de mayor capacidad contributiva, unas 12 mil personas, son el 0,2% de los contribuyentes de bienes personales; se los iba a gravar entre el 2 y 5% del total de los bienes declarados, implica alrededor de 1% del PBI equivalente a 3.500 millones de dólares.

El otro proyecto es gravar a las ventas de las grandes empresas argentinas, las 500 de mayor ventas, teniendo en cuenta el inusual incremento de rentabilidad en los últimos dos años de crisis y que a pesar de ello redujeron la inversión y en cambio constituyeron reservas dolarizadas fuera del país (la famosa fuga de capitales). Se dio un profundo debate en el Frente de Todos, la CTA fue convocada a participar de ese debate, pero esta propuesta no avanzó, digamos que “las relaciones de fuerza” dieron para que avance el primero de los proyectos. Una pena porque se estima que este aporte también se acercaría a los 3.500 millones de dólares. De todos modos es un tema que no está cerrado ya que aún no está presentado al parlamento.

Otros invitados fueron Gustavo Carnevale de la Asoc. del personal jerarquizado de la Televisión Pública y Rubén Blanco de la Federación de personal jerárquico de la República Argentina. Ambos nos informaron de sus problemáticas desde ámbitos tan distintos, pero ambos declarados esenciales en este marco de pandemia. En el caso de Carnevale la nueva situación los conmina a ponerse a trabajar de forma inmediata para que el país tenga toda la información veraz que necesita en esta crisis a lo que se suma ponerse al servicio del Ministerio de Educación para brindar desde la TVP  respaldo educativo, sobre todo para llegar a aquéllos lugares sin conectividad. Rápidamente tuvieron que adaptar estudios y adoptar protocolos y comenzar a gestionar el teletrabajo que se comenzó a implementar de inmediato. El mayor problema que tienen es que no se les da la posibilidad de activar las comisiones tripartitas de salud y seguridad, están luchando por su conformación.

En el caso de la Federación que dirige Blanco nos aclara que agrupa a jerárquicos de diversas empresas como correos privados, Banco Nación y Banco Provincia, Belgrano Cargas, en su caso personal de energía eléctrica, petroquímicos de Bahía Blanca y de Ensenada, etc. Plantea que casi todas sus adheridas fueron declaradas esenciales así que tuvieron diversas dificultades para responder rápidamente a la situación tan crítica. En el caso de la energía, representan al personal de las empresas generadoras, de transmisión y distribuidoras del AMBA. Tuvieron diversos problemas con las empresas a quienes les costó tomar las medidas de recaudo especialmente en los centros de control y con el teletrabajo en el que derivaron muchas de las funciones.

Hubo otras intervenciones muy pertinentes e interesantes como las de León Piasek, los oportunos comentarios o aclaraciones de Pedro o Lorenzo Barrientos (SOEP) desde Misiones, quien dio una buena noticia al informar que acababan de cerrar la paritaria con la empresa Alto Paraná con un 48,5% de aumento. El tema del teletrabajo sin duda atravesó todas las intervenciones, es una problemática en la que la FeTIA ya se viene ocupando junto al equipo jurídico y en el que los sindicatos no tienen que esperar la ley que lo regule, sino ponerlo en la mesa de negociación ya. Un tema pendiente que quedó para la próxima es el de las empresas autogestionadas.

Menajovsky sintetizó, al cerrar, el valor de la reunión por el valioso aporte de los invitados, el dinamismo y participación que generaron e hizo una propuesta considerando que entre tantos participantes quedaban experiencias y opiniones sin volcar  y propuso buscar en paralelo a estas reuniones de la CN otras, más acotadas, temáticas o por sector o territorio, que luego puedan vehiculizar esas articulaciones.

*FIOM (Federación de Trabajadores Metalúrgicos) de la CGIL (Confederación General Italiana del Trabajo).

La FeTIA reclama la presencia de los trabajadores en los acuerdos del Mercosur.

Mercosur: Argentina pidió avanzar en acuerdos protegiendo al sector productivo.

 

LA FETIA RECLAMA LA PRESENCIA DE LOS TRABAJADORES PARA CERRAR ESTOS ACUERDOS.

 

Nos parece muy importante la posición argentina dada ayer en la reunión de coordinadores de Mercosur, de establecer estudios de impacto antes de avanzar en las negociaciones externas y hacer consultas con los sectores productivos a través de sus organizaciones. En este sentido, y como lo hemos hecho históricamente, ratificamos que los sectores productivos incluyen, qué duda cabe, a los trabajadores y no solo a los empresarios.

La Cancillería argentina ratificó la presencia del país en el Mercosur, al participar de una reunión por videoconferencia de coordinadores nacionales de ese organismo regional.

Argentina reafirmó al Mercosur como mecanismo sustantivo de integración regional y planteó la necesidad de continuar profundizando la agenda interna del bloque en el entendido de que esta cuestión, desatendida en los últimos años, es clave para el desarrollo de la competitividad de nuestros países y la proyección internacional”, y propuso “avanzar conjuntamente en los acuerdos comerciales con Corea del Sur, Canadá, Líbano y Singapur pero incluyendo las salvaguardas necesarias para proteger al sector productivo y el empleo nacional”.

Precisamente estas afirmaciones ­-que celebramos- nos llevan a plantear la necesidad de que lxs trabajadores, a través de las organizaciones que lo representan, participen activamente en los estudios de impacto antes de cerrar dichos acuerdos. Tenemos experiencia, sabemos el impacto negativo que tuvo para los trabajadores mexicanos como estadounidenses el NAFTA. Nos opusimos al ALCA en su momento, porque sabíamos las consecuencias que iba a sufrir nuestra región. El acuerdo con la Unión Europea, tal como está planteado, es nocivo para nuestro país y para el Mercosur. En este contexto de crisis global -que la pandemia del coronavirus no hace más que agravarlo-, firmar acuerdos comerciales sin analizar en profundidad y con todos los actores afectados, el impacto social y económico que pueda tener resulta temerario.

El Mercosur debería poner el foco hoy en la crisis sanitaria provocada por la pandemia. Se deberían dejar las diferencias a un lado y articular, por ejemplo, el enorme esfuerzo que están haciendo los centros de investigación de nuestros países para buscar una vacuna, socializar los trabajos realizados para detección de anticuerpos, el desarrollo de respiradores, el equipamiento hospitalario, etc. El Mercosur debe estar anclado, en su construcción y desarrollo, en el protagonismo de las organizaciones y movimientos sociales de nuestra región, priorizando sus necesidades, profundizando una política social, económica y culturalmente soberana.

Marcelo Mena Muñoz, titular de Asijemin: Minería Siglo XXI, construyendo un futuro

En Argentina, el 7 de mayo de 1813, la Asamblea Constituyente crea la “Ley de Fomento Minero”. A partir de allí, la minería en nuestro país se desarrolla ininterrumpidamente dentro de los marcos legales de la República. En homenaje a éste acontecimiento es que celebramos cada 7 de mayo como el Día de la Minería. Más de 200 años después seguimos celebrando la minería como eje fundamental del desarrollo industrial, tecnológico y económico de nuestro país. Pero al mismo tiempo nos debemos enfrentar al desafío, siempre presente, de pensar la minería del futuro, las nuevas necesidades del sector y de la sociedad toda.

El 2020 nos encuentra atravesando un desafío a escala planetaria, afrontar la pandemia del Covid-19 es una tarea de todos y todas, los trabajadores y las trabajadoras de la minería estamos decididos a encarar esta etapa con determinación y responsabilidad.

Las industrias del mundo crujen, las principales economías se desestabilizan, los mercados caen estrepitosamente, las monedas y commodities se devalúan, las sociedades del siglo XXI se ven inmersas en un escenario que pocos se atrevieron a pensar hace algunos meses atrás. Las y los trabajadores sufren rápidamente las consecuencias que la pandemia va dejando a su paso, no solo las relacionadas a la salud (exposición al virus en los trabajos, sistemas de salud devastados); sino también las económicas (suspensiones, despidos, baja de salarios).

 

 

Sin embargo, la minería ofrece un escenario esperanzador. El incremento en el valor de algunos metales (oro en el valor más alto de la última década) puede fortalecer la industria minera y abre perspectivas de nuevas inversiones para su desarrollo. La minería recobra su importancia pública, quedando en evidencia la total dependencia que tenemos de esta industria. Es una de las primeras actividades que fueron declaradas como imprescindibles dentro de la batería de medidas tomadas por el gobierno argentino para enfrentar la pandemia del coronavirus. Al mismo tiempo se preservan los empleos del sector y se mantienen los salarios, a la par que se implementan las medidas sanitarias necesarias para prevenir las infecciones de las y los trabajadores. De esta forma, la minería se instala definitivamente como uno de los sectores que ofrece mayores seguridades a las y los trabajadores, tanto por las condiciones en los lugares de trabajo como así también en la remuneración salarial y la estabilidad laboral.

Lo avanzado en materia minera en Argentina es mucho, pero sin dudas insuficiente. Basta comparar la participación de la minería en los distintos productos internos brutos para reafirmar lo dicho anteriormente. En Chile la minería representa el 10% del PBI nacional, en tanto que en Perú alcanzó el 9% en el año anterior. Sin embargo, en nuestro país la minería aporta un 0,6% del PBI, esta diferencia, sobre todo con Chile, no se debe a la falta de minerales en el suelo argentino, sino al lugar asignado a esta actividad dentro de los estados.

De esto se desprende la necesidad de implementar una política estratégica minera a largo plazo que garantice el crecimiento de la actividad, sobre todo teniendo en cuenta los estudios  económicos más recientes que establecen la posibilidad real que la minería alcance, mínimamente, el 5% del PBI argentino en el corto plazo.

 

 

Creemos imprescindible avanzar en una nueva Ley Nacional de Minería, que reemplace al obsoleto Código de Minería del año 1886, es imposible seguir pensando la minería desde la perspectiva de hace un siglo y medio. El avance de las tecnologías de explotación minera, la utilización de los minerales en productos tecnológicos modernos, la dependencia casi absoluta de todas las industrias de los productos mineros, son algunos de los tópicos a atender en el desarrollo de la nueva Ley. Además, es necesario avanzar en una plataforma de leyes y reglamentaciones que permitan el normal funcionamiento de la actividad en todo el territorio nacional, consideramos a la minería como actividad esencial y estratégica, por lo tanto no pueden haber legislaciones locales que se contrapongan con las nacionales.

Uno de los puntos débiles que ha tenido la minería en nuestro país es todo lo relacionado al debate sobre contaminación ambiental. Decimos “debate” porque el principal traspié se verifica en la opinión pública y no en un estudio real y a fondo sobre la existencia o no de procesos contaminantes. Los avances tecnológicos de las últimas décadas permiten la posibilidad de extremar medidas de seguridad y minimizar al máximo la generación de residuos u otras formas de contaminación. Al mismo tiempo no se le puede exigir a la minería lo que no se le exige a otras actividades, entendiendo que toda actividad humana trae aparejada una alteración del ambiente:, la exigencia debe estar enfocada en reducir al mínimo ésta alteración y generar mecanismos de control que apunten a la sustentabilidad de la industria.

 

 

Una propuesta que tenemos desde el sector es la creación de una agencia nacional de control medio ambiental, que abarque a todas las industrias estableciendo estándares de cumplimiento en la producción, para así poder tener herramientas en el control real de la implicancia de cada sector en las alteraciones medioambientales. Que esté compuesta por todos los sectores de la sociedad involucrados en cada industria, dándole de esta forma un esquema amplio y profundo.

El rol del Estado en la planificación y gestión minera debe ser primordial, la participación accionaria del Estado en las distintas empresas ofrece un camino de desarrollo y garantiza la continuidad de la actividad. La creación de una Empresa Nacional Minera es otro camino que se puede tomar en paralelo para el desarrollo soberano y sustentable. Y no cabe duda alguna, que todo esto será posible en tanto y en cuanto la participación de las y los trabajadores se haga efectiva en toda planificación y posterior desarrollo. El compromiso del trabajador y la trabajadora minera tiene que ser nuestro horizonte en la construcción de una minería de nuevo tipo en la Argentina, a esto nos disponemos a ofrecer todos nuestros esfuerzos.

 

Marcelo Mena Muñoz
Secretario General
Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin)

Artículo publicado en sitiogremial.com

LA SALUD DE LXS TRABAJADORES EN TIEMPOS DE PANDEMIA: “¿EN EL TRABAJO ME GANO LA VIDA O LA PIERDO?

Por Guillermo Carrera*

Las verdadera dicotomía no es “economía o salud”, porque uno es un medio y el otro un fin. La tensión actual es entre “Economía Solidaria” vs “especulación miserable”, o sea la vieja disputa entre “Capital y Trabajo” en clave de época.

Y tanto antes como ahora el centro de la puja sigue siendo “la Salud” y el escenario el modelo productivo.

Al igual que el tema de la negociación de la deuda externa, donde el Covid-19, aceleró el proceso, el tema de la Salud de los trabajadores también debe  apurar definiciones urgentes y vitales que vienen de arrastre pero que se aceleran en estas circunstancias.

Según los datos del Ministerio de Trabajo en el 2017 y en relación a la Salud de los trabajadores, cada día “aumentan los accidentes y enfermedades profesionales al mismo tiempo que se reducen los puestos de trabajo”.

Esto pone en evidencia que el modelo productivo desacopla la intensificación de ritmos y la precarización del trabajo de los ciclos productivos y de la lógica de oferta y demanda y la ata, simplemente, al aumento constante de la rentabilidad empresarial.

Este antecedente de deterioro de la Salud, que viene en crecimiento desde la “gran reingeniería” global de los 90, tiene características propias de la época y de los cambios en el mundo del trabajo que podemos describir a grandes rasgos como de “aumento del desgaste precoz” de la Salud y el desvío de la contabilidad del aumento de accidentes y daños laborales a las estadísticas de las enfermedades inculpables.

Los factores de riesgos característicos de esta etapa y comunes a todos los ámbitos laborales son: los psicosociales (estrés, bulling, síndrome de Burnout, y demás patologías psicosomáticas derivadas como hipertensión, cáncer ocupacional, etc.); los trastornos musculoesqueléticos producto de la reducción de espacios, intensificación de ritmos y diseños de puestos de trabajos “enfermos” y la exposición a productos químicos y biológicos desconocidos o no lo suficientemente estudiados.

Hoy en día la entrada en escena del Covid-19 pone de relieve lo central del factor de riesgo biológico por sobre el resto. Tanto por su potencia letal y de expansión como por su inminente e ineludible influencia sobre todo el sistema de trabajo a nivel mundial que tendrá de ahora en más.

El tema de la Salud laboral nunca estuvo lo suficientemente ponderado por las dirigencias sindicales del país, basta analizar los convenios colectivos de trabajo para ver la poca presencia de comisiones mixtas de Seguridad e Higiene y de delegados de prevención en sus acuerdos.

Pero a pesar de ello, la organización de los trabajadores logró poner en agenda en tiempo récord el tema del coronavirus y junto con un gobierno sensible y posicionado del lado de los trabajadores, establecieron al Covid como factor de riesgo laboral.

Ahora para acompañar esta medida resulta indispensable establecer como prioridad, el impulso y la garantía por parte del Estado, de contar con Comités Mixtos o de delegados de prevención en todos los lugares de trabajo, según corresponda a cada caso y que su participación sea ineludible para cualquier homologación de protocolos.

Protocolos que minimicen la exposición en tiempo y forma, que incluyan en los procesos de trabajo pautas de higiene especiales en las puestas en marcha, desarrollo y finalización de tareas, espacios amplios con separaciones mínimas de 2 metros, interacciones pautadas sin superposición que garanticen cambios sanos y no “rápidos” como hasta ahora, son varios de los criterios que deberían primar en estos tiempos.

Estos articulados con la reducción de la jornada, una disminución de los ritmos de producción de por lo menos un 25% en relación a los nuevos protocolos y al uso de barbijos obligatorios que obligan a ello y la posibilidad del trabajo a distancia que permiten las nuevas tecnologías sería un buen punto de partida.

Como antecedente y ejemplo me gustaría señalar el caso de “los 5 minutos de lavado de manos” que figuran en el Convenio Colectivo de Trabajo del sector Automotriz del SMATA incorporado a raíz del Cólera en otras épocas.

Este cambio de prioridades y visualización del tema de Salud debería ser el puntapié inicial  para poder lograr lo que ni con los factores psicosociales, ni musculoesqueléticos pudimos hacer en su momento, la discusión sobre el propio proceso de trabajo desde una perspectiva de la Salud por sobre la rentabilidad empresarial.

Las crisis siempre son oportunidades de cambio, y es importante aprovecharlas para que de una vez por todas, lxs trabajadores logremos poner en agenda prioritaria el tema de Salud. Esta es una oportunidad única. El mundo está cambiando, y ante los desafíos de los nuevos tiempos es indispensable estar a la altura de la época.

Una herencia poco feliz, una nueva revolución tecnológica las industrias 4.0 y la emergencia del Covid-19 nos debe reafirmar la necesidad imperiosa de lograr nuestra asignatura pendiente. El futuro depende de lo que hagamos hoy.

Aprovechemos estos tiempos para realizar una nueva “reingeniería” que nos permita “ganarnos la vida en el trabajo y no perderla”.

 

*Guillermo Carrera

*Sec. Adjunto FeTIA Regional Norte

DOS INFORMES RECIENTES DE CIFRA, REVELADORES Y OPORTUNOS.

Compartimos dos informes recientes de CIFRA:

 

Se trata de un resumen de las principales medidas adoptadas hasta la actualidad en respuesta a las graves consecuencias que el aislamiento social preventivo obligatorio tiene sobre la actividad económica y los ingresos de los hogares.

Puede descargarse aquí.
Se analiza la propuesta actual de reestructuración de deuda, que refiere a la deuda con el sector privado bajo legislación extranjera. La quita nominal implícita en la reestructuración propuesta asciende al 32,3% de los vencimientos totales que incluyen tanto capital como intereses. Puede consultarse el informe aquí.